SALUD DE LA PIEL - 29 de enero de 2021
La psoriasis es una enfermedad crónica, inflamatoria y sistémica que afecta principalmente a la piel, las uñas y las articulaciones, pero que también se puede manifestar en el cuero cabelludo con la aparición de manchas rojas con escamas de color blanquecino provocando picor y quemazón.
Aunque no existe la cura definitiva de esta dolencia, existen diversos tratamientos que hacen desaparecer las lesiones de manera temporal y con los que los pacientes experimentan una mejoría exponencial. Ahora, el servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo ha puesto en marcha una serie de terapias grupales como tratamiento complementario a los ya existentes para las personas que padecen psoriasis.
En concreto, tal y como explican las doctoras Cristina Pérez Hortet y Elena Martínez Lorenzo, dermatólogas del centro hospitalario impulsor, esta medida va dirigida a aquellos pacientes con psoriasis moderada grave para mejorar su salud de forma integral.
El programa centrado en corregir los hábitos de vida de los pacientes, incluyendo la actividad física y los hábitos alimenticios para evitar problemas cardiovasculares, se desarrollará a través de una serie de talleres formativos y motivacionales en los que los pacientes recibirán 10 horas de formación.
En paralelo, esta formación “se acompaña, durante los 10 meses siguientes, de una dinámica de grupo dirigida a promover y mantener cambios internos y ofrecer a los pacientes la posibilidad de interactuar y desarrollar capacidades distintas del simple conocimiento que los ayude a instaurar los hábitos mencionados”, indica la doctora Martínez Lorenzo.
La psoriasis es una patología que se puede asociar con múltiples enfermedades diferentes. Las personas que la padecen tienen un mayor riesgo a sufrir depresión y ansiedad. Además la prevalencia de enfermedades cardiovasculares y la obesidad es mayor en quienes padecen psoriasis.
De este modo y a diferencia de los tratamientos, este proyecto se basa en atender de manera global a los pacientes con psoriasis centrándose en diferentes aspectos que intervienen en su calidad de vida, tanto físicos, como es el caso de la obesidad, como psíquicos, la ansiedad y la depresión. “Actualmente, realizamos investigación básica y clínica en la psoriasis y atendemos al paciente desde el punto de vista de sus lesiones cutáneas. No obstante, a lo largo de los últimos años nos hemos dado cuenta de una serie de necesidades no cubiertas en su atención que pretendemos satisfacer con la realización de este proyecto”, explican las especialistas del hospital manchego impulsor de la medida.
Como cuenta la doctora Martínez Lorenzo, la meta que se han planteado es que “al finalizar los talleres los pacientes cambien sus hábitos de vida, ya sean nutricionales, de ejercicio físico o gestión mental, mejorando en su calidad de vida, controlando sus factores de riesgo cardiovasculares para disminuir su riesgo de mortalidad, así como reducir su índice de masa corporal para mejorar la respuesta a tratamientos sistémicos y las lesiones cutáneas”.
Este proyecto es un ejemplo más de la tendencia a buscar opciones terapéuticas que se basan en inculcar hábitos de vida saludable, ejercicio físico y técnicas de psicología positiva, incidiendo, no solo en el daño físico de la propia enfermedad, sino que también en el psicológico.
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