SALUD DE LA PIEL - 13 de mayo de 2018
Enrojecimiento en la cara, pequeñas líneas rojas debajo de la piel, acné, inflamación de la nariz y piel más gruesa en la frente, la barbilla y las mejillas... son los síntomas típicos de la rosácea, una patología que a menudo se confunde con la psoriasis. ¿Habías oído hablar alguna vez de esta enfermedad? ¿Sabes cómo se trata? Te invitamos a que leas este artículo para aclarar tus dudas.
La rosácea es una enfermedad crónica que afecta al rostro y que, como su mismo nombre indica, provoca enrojecimiento en la piel y en algunas ocasiones en los ojos. Afecta más a mujeres que a hombres y también más a personas de piel clara que oscura, y es más frecuente en adultos jóvenes o de edad media.
La rosácea y la psoriasis pueden llegar a confundirse entre sí porque las dos son enfermedades de la piel, sin embargo, hay algunos hechos diferenciales. La psoriasis presenta síntomas más agresivos que la rosácea y afecta además no solo a la cara sino a otras partes del cuerpo.
Si sufres de rosácea, hay varias cosas que debes saber y que puedes hacer. De momento, no se conoce la causa real de la enfermedad. Sí se sabe que es más probable que la padezcas, si te enrojeces con facilidad o si tienes antecedes familiares. Aunque no existe cura, sí que hay tratamiento y, no tienes por qué preocuparte, porque es eficaz. Las terapias son variadas y pueden ir desde cremas de uso tópico o fármacos orales, hasta la utilización del láser.
Nosotros te recomendamos que, si tienes la piel clara, sigas algunos consejos que te pueden ayudar a prevenir la rosácea:
La rosácea y la psoriasis son patologías distintas. La rosácea es una enfermedad crónica pero con prevención y unos cuidados adecuados, convivirás con ella de manera totalmente normal.
Redactado por:
Conectando Pacientes