SALUD DE LA PIEL - 23 de junio de 2019
Durante los últimos años se han desarrollado diversos fármacos biológicos específicos para tratar los síntomas de la psoriasis. Estos tratamientos consisten en inhibir el sistema inmunitario que ataca al propio cuerpo causando inflamación. Pues bien, según el último estudio del Departamento de Dermatología del Beth Israel Deaconess Medical Center de Chicago, en Estados Unidos, las personas que usan estos tratamientos tienen menos riesgo de que sus lesiones se infecten.
Este estudio ha sido el más amplio que se ha desarrollado hasta ahora, ya que anteriormente no se habían comparado los distintos fármacos biológicos con los tradicionales. El trabajo ha analizado la probabilidad de sufrir una infección grave tras el uso de siete fármacos sistémicos utilizados para el tratamiento de la psoriasis, un efecto secundario grave que se produce debido a la alteración inmune.
Los resultados revelaron que el riesgo de infección disminuía en pacientes que usaban medicamentos más novedosos como los biológicos en comparación con los que se trataban con metotrexato, un medicamento muy utilizado desde la década de 1960 en todo el mundo como tratamiento de primera línea para la psoriasis catalogada de moderada a grave.
La psoriasis es una enfermedad autoinmune que se caracteriza porque las células de la piel proliferan hasta diez veces más rápido de lo normal, y se van acumulando en forma de capas gruesas que hacen que se reseque la piel, especialmente la del cuero cabelludo, los codos y las rodillas. Para paliar estos síntomas, se usaba el metotrexato, un antiinflamatorio que bloquea la capacidad de las células para crecer, pero en todas las células del cuerpo, lo que produce efectos secundarios no deseados, incluidas infecciones como neumonía y la bacteriemia.
Los primeros tratamientos biológicos funcionaban inhibiendo diferentes tipos de citoquinas, unas proteínas del sistema inmunológico que desempeñan un papel importante en la psoriasis, pero los últimos están más orientados a las vías inflamatorias involucradas en la psoriasis, como es el caso del medicamento ustekinumab, que actúa bloqueando dos proteínas: la interleucina-17 y la -23. Se ha demostrado que estos nuevos agentes son más efectivos en el tratamiento de la psoriasis y también podrían ser más seguros dada su acción más específica en el sistema inmunológico.
"Además de ser potencialmente más efectivos que el metotrexato, algunos de los nuevos tratamientos contra la psoriasis también pueden ser más seguros para los pacientes en términos de riesgo de infección", plantea la dermatóloga que ha participado en el estudio Erica D. Dommasch. "Es posible que los médicos y los pacientes quieran considerar los riesgos de infección al elegir un tratamiento sistémico para los pacientes con psoriasis de moderada a grave", finaliza.
La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que afecta a 125 millones de personas en todo el mundo, pero gracias a este estudio se ha demostrado que estos nuevos agentes biológicos son más efectivos en el tratamiento de la psoriasis y también podrían ser más seguros dada su acción más específica en el sistema inmunológico.
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