¿Qué es el Parkinson de inicio temprano?

Si te pedimos que imagines a un paciente de Parkinson, casi seguro que piensas en una persona de edad avanzada y problemas de movilidad. Este perfil, pese a que es el más común, también tiene excepciones. La enfermedad de Parkinson puede afectar a personas jóvenes, incluso menores de 50. Este caso es lo que se denomina Parkinson de inicio temprano y en este artículo te explicaremos con más profundidad en qué consiste.
 

¿Cuáles son las principales diferencias?

Lo que diferencia el Parkinson temprano del convencional, además de la edad de los afectados, son los síntomas, tanto los que tienen que ver con el movimiento como los relacionados con la capacidad cognitiva. Así, los pacientes más jóvenes presentan antes que los más mayores síntomas como los movimientos involuntarios o las fluctuaciones motoras. Sin embargo, la progresión de estos síntomas es mucho más lenta en los afectados de menos edad.

Los síntomas cognitivos, sobre todo los problemas de memoria, son mucho menos comunes en los pacientes con un Parkinson de inicio temprano y además su evolución es mucho más lenta.
 

Cambio en el estilo de vida

El aspecto que marca más la diferencia en los pacientes que sufren la enfermedad a una edad muy temprana es el impacto vital del diagnóstico. Cuando el Parkinson llega antes de los 50 años, el paciente necesitará realizar ciertos cambios para adaptar su vida a la nueva situación. Sus relaciones familiares y de pareja, su vida laboral y profesional, y sus expectativas y planes de futuro se verán afectados.

El abordaje integral del Parkinson es fundamental siempre, pero más aún en pacientes de inicio temprano. Los afectados, además de los tratamientos farmacológicos y rehabilitadores, que consiguen retrasar la aparición de los síntomas, pueden beneficiarse de terapias psicológicas que les ayudarán a afrontar la enfermedad en las mejores condiciones posibles. Convivir con el Parkinson es posible.