Anemia, embarazo y riesgo de mortalidad

Las mujeres embarazadas y con anemia grave tienen el doble de riesgo de morir durante la gestación o en la semana posterior al parto que las que no tienen anemia. Este es el principal resultado de un estudio multicéntrico realizado con 300.000 mujeres de hasta 29 países. La investigación ha sido coordinada por la Universidad Queen Mary de Londres y ha contado con la representación española de la Unidad de Bioestadística Clínica del Hospital Ramón y Cajal (IRYCIS) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP).

Los autores del trabajo, que ha sido publicado en The Lancet Global Health, destacan que a la luz de los resultados, es necesario reforzar las políticas de salud pública para que la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la anemia ferropénica en mujeres embarazadas sea una prioridad para las autoridades sanitarias de todo el mundo.

La anemia ferropénica se produce cuando nuestra sangre presenta un déficit de hierro, un mineral que tiene un papel fundamental en la formación de los glóbulos rojos. La anemia ferropénica afecta, según los investigadores, a 32 millones de mujeres embarazadas en el mundo. Se estima que hasta la mitad de las mujeres embarazadas en los países de rentas medias o bajas presentan déficit de hierro durante la gestación.

La doctora Jahnavi Daru, autora principal del estudio e investigadora de la Universidad Queen Mary de Londres, subraya que la anemia ferropénica es una de las patologías más comunes en mujeres embarazadas y no solo en los países en desarrollo. El estudio demuestra que “si una mujer tiene anemia en algún momento de su embarazo o en los 7 días posteriores al parto, tiene un mayor riesgo de morir, lo que sugiere que el tratamiento urgente es muy importante."

La buena noticia de esta investigación es que la anemia es una patología que responde muy bien al tratamiento con suplementos de hierro. Los autores del trabajo defienden un abordaje multidisciplinar que englobe tanto a los médicos como a las autoridades sanitarias y a la población en general. Las estrategias para la prevención y tratamiento de la anemia materna plantean proporcionar suplementos orales de hierro para las mujeres embarazadas, una alimentación con alto contenido en hierro o mejorar del acceso a cuidados prenatales en áreas remotas.

La puesta en marcha de estas sencillas recomendaciones reduciría de forma muy notable el riesgo de mortalidad en mujeres embarazadas con anemia. Nuestro consejo, como siempre, es que sigas las indicaciones de tu médico. Será él quien decida qué tratamiento debes seguir. ¡Hazle caso!