¿Cómo afectan las migrañas a niños y adolescentes?

Normalmente asociamos la migraña a los adultos, generalmente a la mujer, pero, a menudo, olvidamos que la migraña también afecta a niños y adolescentes, hasta el punto de que uno de cada tres dolores de cabeza que sufren los menores se debe a la migraña. Distintos estudios desarrollados en España confirman que la migraña es más frecuente en las niñas (35,1%) que en los niños (25,5%) y, curiosamente, en los varones suele desaparecer tras la pubertad.

Síntomas habituales

El impacto de la migraña es mucho mayor que un simple dolor de cabeza y puede llegar a comprometer seriamente nuestra rutina diaria. Si, además, son niños o adolescentes los que padecen migraña, su impacto puede extenderse a toda la familia, ya que los episodios pueden llegar a durar entre cuatro y 72 horas. Por ello, es importante saber diferenciar la migraña de un simple dolor de cabeza. Te resumimos a continuación los síntomas más característicos de la migraña:

• Inicio brusco.
• Normalmente solo afecta a un lado de la cabeza.
• Puede ir acompañada de náuseas y vómitos.
• La luz y el sonido agravan el dolor.
• Los episodios suelen repetirse con mayor o menos frecuencia.

Migraña con y sin aura

La migraña puede presentarse, además, con y sin aura, también a edades tempranas. Si tu hijo o hija padece migraña con aura, puede que tenga los siguientes síntomas neurológicos:

• Alteraciones de visión.
• Debilidad muscular.
• Dificultades con el habla.
• Hormigueo en las manos o cara.

Diagnóstico

Los episodios suelen empezar entre los 7 y los 10 años y, habitualmente, se diferenciará de un simple dolor de cabeza ya que el 50% de los niños que sufren migrañas tienen padres o familiares que también las padecen. Este hecho facilita el trabajo para el médico a la hora de su diagnóstico. Otros factores desencadenantes de la migraña en los niños son:

• El estrés.
• Cambios hormonales.
• Cansancio o falta de sueño.
• Algunos alimentos y bebidas como queso, chocolate, café y alcohol.

Prevención y tratamiento

Si tu hijo o hija ya ha sido diagnosticado, hay que hacer todo lo posible para minorar sus síntomas, eliminando en la medida de lo posible estímulos visuales y auditivos que puedan agravar su situación. En la mayoría de los casos, el dolor puede controlarse con analgésicos convencionales, pero en un 30% necesita otros tratamientos más específicos.

La mayoría de los pediatras recomendarán llevar un diario para determinar los factores precipitantes y así para poder controlarlos. En el caso de que un alimento sea el precipitante, se tratará de eliminar en la medida de lo posible, sin ser restrictivo a la hora de mantener una dieta equilibrada para el niño.

SMART

Si nos encontramos ante una crisis migrañosa, es muy recomendable seguir la aproximación SMART, por sus siglas en inglés:

• Sleep: descanso habitual y suficiente.
• Meals: hidratación adecuada y alimentación regular.
• Activity: ejercicio físico constante pero no en exceso.
• Relaxation: ejercicios de relajación y reducción de estrés.
• Trigger avoidance: disminución de los precipitantes ya determinados.

Por lo que, si nuestro hijo o hija sufre migraña, aparte de acudir a un especialista, debemos guiarnos por la aproximación SMART y tratar de evitar todos aquellos factores precipitantes para mejorar al máximo su calidad de vida.