La migraña es el problema neurológico más frecuente en atención primaria, ocupando el segundo lugar entre las causas de discapacidad en el mundo y la primera entre las mujeres jóvenes.
La migraña es una alteración del procesamiento sensorial, episódica y compleja, que asocia un conjunto de síntomas, siendo el dolor de cabeza el sello distintivo.
El ataque de migraña puede durar de 4 a 72 h y consta de 4 fases superpuestas.
- Fase premonitoria: Síntomas no dolorosos que aparecen horas o días antes del inicio de la cefalea. Estos síntomas pueden incluir bostezos, cambios de humor, dificultad para concentrarse, rigidez en el cuello, fatiga, sed y frecuencia elevada de micción.
- Aura: Alrededor de un tercio de los pacientes con migraña, especialmente mujeres, sufren este síntoma neurológico focal transitorio antes o durante algunos de sus dolores de cabeza que se denomina aura. El aura visual es el tipo más común (90 %).
- Dolor de cabeza: esta fase es causada por la activación de las vías sensoriales del trigémino lo que genera el dolor punzante de la migraña. La intensidad de la cefalea aumenta progresivamente o es explosiva al inicio e interrumpe las actividades diarias. El dolor de cabeza generalmente empeora con el movimiento de la cabeza. Suele asociarse a náuseas y vómitos con aversión al tacto (alodinia), a la luz (fotofobia), al sonido (fonofobia) y al olfato (osmofobia).
- Postdromo: Los síntomas más frecuentes en esta fase son cansancio, somnolencia, dificultad para concentrarse e hipersensibilidad al ruido. Cuanto mayor sea la intensidad del dolor, más intensos y prolongados serán estos síntomas. Esta fase se conoce coloquialmente entre los pacientes como la “resaca de migraña”.
La migraña se puede subdividir en función de si hay aura o no y en función de la frecuencia de los dolores de cabeza. La migraña con aura visual implica efectos visuales que suelen preceder a la cefalea y duran al menos 5 min. El aura visual es típicamente un punto cegador en expansión o centelleos visuales.
Para diagnosticar la migraña, se debe acudir al médico. El paciente debe haber tenido al menos 5 ataques que involucren características de migraña como se describe a continuación:
- Ataques no tratados duran 4 horas o más.
- Dos de las siguientes cuatro características de dolor de cabeza: una distribución unilateral (un lado), calidad pulsátil (pulsátil), dolor moderado o intenso (más de 5 de 10) y agravamiento por la actividad física (como agacharse).
- Uno de los siguientes: náuseas o vómitos; o sensibilidad a la luz y al ruido.
La migraña es una enfermedad recurrente y episódica que actualmente no tiene cura y que en general permite una adecuada calidad de vida cuando se conoce y trata.
El tratamiento de la migraña consiste en opciones farmacológicas y no farmacológicas.
No farmacológico:
- Modificaciones de estilo de vida. Se sabe que los factores de estilo de vida de sueño, hábitos alimenticios, estrés y rutina de ejercicio físico están relacionados con la evolución de la migraña. Pacientes con migraña crónica exhiben comportamientos de estilo de vida significativamente menos regulares de sueño, ejercicio y tiempo de comida que los pacientes con migraña episódica.
- Complementos alimenticios. Existe una opción no farmacológica eficaz para el alivio de los síntomas de la migraña, como Migrafine Plus. Contiene ingredientes naturales como matricaria, lavanda, lúpulo y aceites esenciales de menta, jengibre y ginkgo biloba que ayudan a mantener la relajación a nivel cerebral, favorecer la circulación sanguínea y contribuir a una buena función cognitiva, al mismo tiempo que tienen un efecto calmante sobre el sistema nervioso. Se puede utilizar también de un modo preventivo.
- Para el tratamiento farmacológico, siempre consultar con el médico especialista.
Con estas opciones, cuídate y no dejes que la migraña te pare.
Fuentes: