MIGRAÑA - 29 de noviembre de 2023
La migraña es un dolor de cabeza intenso, palpitante, y a veces incapacitante, que puede afectar a uno o ambos lados de la cabeza, y que normalmente está asociado a síntomas como náuseas, fotofobia, fonofobia y vómitos(1). El tratamiento farmacológico que se utiliza para combatir las crisis de migraña puede ser agudo, cuya finalidad es detener o revertir la progresión de la cefalea una vez que ésta ha comenzado, o preventivo, que busca prevenir la aparición y disminuir la intensidad en caso de que aparezcan las crisis(3).
Elegir el mejor medicamento para cada paciente en el tratamiento agudo de los ataques de migraña no es fácil, ya que existen múltiples opciones y no se puede predecir qué medicación funcionará mejor para cada paciente. La elección del fármaco dependerá de la frecuencia, la intensidad y la duración de la crisis, así como de la presencia de síntomas asociados. Otros factores para tener en cuenta son el grado de discapacidad, la respuesta del paciente a los medicamentos utilizados anteriormente, el historial de recurrencia del dolor de cabeza con ataques anteriores, las posibles contraindicaciones de determinados medicamentos y las preferencias específicas de cada paciente(2)(3). En cualquier caso, es importante que exista una comunicación entre médico y paciente para encontrar el medicamento que sea más eficaz y seguro.
En la mayor parte de los casos, las crisis empiezan con una cefalea leve que progresa hasta alcanzar una intensidad moderada o severa en cuestión de horas, y a medida que se incrementa el dolor pueden aparecer otros síntomas. Es fundamental que el paciente inicie el tratamiento de una manera precoz en cuanto aparezcan los primeros síntomas con el fin de reducir la posibilidad de recurrencia, la necesidad de utilizar múltiples fármacos, la posible incapacidad y la aparición de efectos secundarios(3).
En la actualidad se utilizan principalmente dos medicamentos para el tratamiento de la migraña aguda: los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y los triptanes. Los AINE son medicamentos que reducen la inflamación, mientras que los triptanes bloquean la liberación de un neurotransmisor que influye en la aparición de la migraña(2). La vía de administración de la medicación dependerá de las características de la crisis migrañosa y las circunstancias bajo las cuales debe tomarse el tratamiento. En caso de que aparezcan vómitos, siempre se recomiendan vías alternativas a la oral, como la vía nasal(3).
Muchos pacientes tienen náuseas o síntomas digestivos graves que impiden la toma de medicamentos orales. Para estos casos, el tratamiento nasal de triptanes es una solución, ya que no conlleva los síntomas gastrointestinales asociados de los tratamientos orales de AINE(2), se absorben rápidamente a través de la mucosa nasal y comienzan a actuar en cuestión de minutos.
Un estudio sobre la eficacia del spray nasal de triptanes en el tratamiento de la migraña aguda concluyó que solo el 30% de los participantes experimentó una recurrencia del dolor de cabeza dentro de las 24 horas posteriores al tratamiento, únicamente el 30% experimentó una cefalea de rebote después de suspender el tratamiento y el 60% no experimentó una recurrencia del dolor de cabeza dentro de las 24 horas siguientes(4). Este estudio además demostró que este spray nasal no solo reduce el dolor de cabeza en el 85% de los casos, sino que al 80-90% de los pacientes también les reduce otros síntomas de la migraña, como fotofobia, fonofobia, náuseas y la discapacidad. Además, sólo en el 10-30% de los casos se dieron efectos secundarios leves, como sabor desagradable, sensación de rubor, presión en el pecho y mareos.(4)
Los tratamientos intranasales son eficaces para aliviar los ataques de migraña y sus síntomas. Le recomendamos que hable con su médico para que le aconseje sobre la mejor opción para usted.
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