¿Sabías que pasar mucho tiempo sentado afecta a tu salud cardiovascular?

Hoy en día, pasar largas horas sentado es algo muy común, especialmente si trabajas en una oficina o estás estudiando. Sin embargo, este estilo de vida sedentario puede influir en la tensión arterial, aumentando el riesgo de padecer hipertensión, lo que a su vez eleva el riesgo de desarrollar problemas cardíacos.

Aunque la hipertensión se relaciona comúnmente con las personas mayores, debemos entender que es una enfermedad “silenciosa” y no discrimina por edad. El exceso de presión en las paredes de las arterias provoca la presión arterial alta y puede dañar los vasos sanguíneos y los órganos del cuerpo.

El sedentarismo es uno de los factores de riesgo más importantes. La buena noticia es que con pequeños ajustes en tu rutina diaria contribuirás a mejorar tu salud general. Es aplicable tanto desde la prevención como tratamiento complementario de la misma.

A continuación, compartimos algunas pautas clave para incorporar más movimiento en tu rutina diaria y disfrutar de una salud cardiovascular:

1. Rompe la rutina con pausas activas.

2. Realiza ejercicio pautado.

3.  Muévete más.

4.  Adopta una postura correcta.

La clave no es solo el ejercicio estructurado, también el movimiento continuo. Levántate de la silla, estírate y camina unos minutos, al menos cada hora. El objetivo es activar tu circulación y darle un descanso a tu cuerpo, reduciendo el impacto del sedentarismo.

Seguir un plan de entrenamiento específico es una apuesta segura para nuestra salud.

El entrenamiento aeróbico cómo puede ser correr, caminar, nadar o montar en bici trabajan directamente sobre el sistema cardiovascular, mejorando la capacidad del corazón para bombear sangre y mejorando tu sistema respiratorio.

Entrena la fuerza. Aunque puede no parecer directamente relacionado con el corazón, es un tipo de ejercicio que ofrece muchos beneficios a largo plazo. Entrenar “tocando hierro” no solo es beneficioso para la masa muscular, también mejora la eficiencia de la circulación sanguínea, ayuda a reducir la presión arterial en reposo, regula los niveles de colesterol y aumenta tu metabolismo.

Si puedes, dedica unos minutos a caminar a paso ligero durante tu día. Otra alternativa es apostar por usar tus piernas como medio de transporte (sustituir el coche o autobús por un trayecto caminando, bajar y/o subir las escaleras como alternativa al ascensor, o aprovechar los recados para dar un respiro a la silla).

Evita encorvarte al sentarte o cruzar las piernas. Mantén una postura erguida con los pies apoyados en el suelo. Esto no solo te ayudará a reducir la tensión muscular, sino que también favorece la circulación sanguínea, un factor clave para controlar la presión arterial.

En resumen, reducir el tiempo que pasamos sentados es una de las formas más efectivas y sencillas de cuidar nuestra salud. No se trata de hacer cambios radicales, sino de incorporar hábitos que mejoren tu bienestar. Levántate, muévete y siente la diferencia en tu cuerpo y en tu salud. ¡Tu corazón te lo agradecerá!

Laura Carreño - Entrenadora CCAFYD Colegiada 60655 en Alimentación 3S.