EPILEPSIA - 28 de noviembre de 2024
La epilepsia es una condición neurológica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Una crisis epiléptica ocurre cuando las células del cerebro envían señales eléctricas de forma rápida y anormal, causando una alteración temporal de la conciencia, el movimiento o el comportamiento. Aunque no siempre se puede predecir cuándo va a aparecer una crisis, hay ciertos factores que pueden aumentar la probabilidad de que esto ocurra. Conocer estos factores es esencial para las personas que viven con epilepsia y sus cuidadores, ya que puede ayudar prevenirlas.
Factores que pueden desencadenar una crisis
Falta de sueño o sueño irregular. El cerebro necesita descansar para funcionar correctamente, y la falta de sueño puede alterar su equilibrio.
Las situaciones estresantes y el estrés crónico pueden afectar la actividad cerebral y desencadenar una crisis.
El consumo de alcohol y ciertas drogas puede alterar la química del cerebro y aumentar las posibilidades de padecer una crisis epiléptica.
En algunas personas, los cambios hormonales asociados con la menstruación, el embarazo o la menopausia pueden actuar como desencadenantes.
La fiebre alta, especialmente en niños, puede provocar una crisis.
En personas con epilepsia fotosensible, los destellos de luz intensa o los patrones visuales repetitivos pueden desencadenar una crisis.
Aunque es menos común, algunos alimentos pueden actuar como desencadenantes en casos aislados.
Algunos medicamentos pueden interactuar con los medicamentos antiepilépticos y aumentar el riesgo de padecer una crisis epiléptica.
La fatiga excesiva, ya sea física o mental, puede hacer que seamos más susceptibles.
Cambios en la rutina, como alteraciones en los horarios de sueño, alimentación o actividad física, pueden desencadenar una crisis en algunas personas.
Si bien no siempre es posible prevenir una crisis, hay varias medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo:
Mantener un estilo de vida saludable, dormir lo suficiente, llevar una dieta equilibrada y realizar ejercicio de forma regular.
Seguir el tratamiento médico y tomar los medicamentos antiepilépticos.
Identificar y evitar los factores que desencadenan las crisis.
Controlar el estrés practicando técnicas de relajación, como la meditación o el yoga. su médico de inmediato.
Comprender los factores desencadenantes de una crisis epiléptica es un paso importante para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con epilepsia. Trabajando en estrecha colaboración con su médico y adoptando un estilo de vida saludable, es posible reducir la frecuencia y la gravedad de las crisis.
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