HIPERTENSIÓN - 13 de mayo de 2022
La hipertensión arterial, o tensión arterial alta, es un trastorno grave que incrementa de manera significativa el riesgo de sufrir cardiopatías, encefalopatías, nefropatías y otras enfermedades, por lo que se ha convertido en una de las principales causas de muerte prematura en el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 1.200 millones de adultos padecen hipertensión debido a factores como un estilo de vida sedentario, estrés, una dieta alta en grasas o incluso la herencia genética. Además, solo 1 de cada 5 adultos hipertensos tiene controlado este problema.
Rutinas diarias como la meditación pueden contribuir a disminuir la tensión arterial o mantenerla en niveles estables, en el caso de que sea alta, de forma natural.
La meditación es una práctica milenaria que suma cada día más adeptos en Occidente a causa de nuestro acelerado ritmo de vida. Este término se usa para describir disciplinas meditativas cuyo objetivo es autorregular la mente para lograr reducir los niveles de estrés y alcanzar un equilibrio en las emociones. A las personas que meditan se les suele asociar un estado profundo de relajación corporal y mental que mejora su salud y eleva sus niveles de bienestar.
La práctica meditativa, así como las técnicas de respiración profunda, pueden ayudar a reducir la hipertensión arterial en cuestión de unos pocos minutos. Las técnicas de meditación favorecen el proceso de oxigenación de la sangre y promueven la relajación del cuerpo, lo que facilita un mejor funcionamiento de los órganos.
Se piensa que la meditación puede afectar a la actividad del sistema nervioso autónomo, el principal regulador de la presión arterial. Esta práctica parece calmar la actividad en el sistema nervioso simpático (encargado de estrechar los vasos sanguíneos en respuesta al estrés) y aumentar la actividad en el sistema nervioso parasimpático (encargado de ensanchar los vasos sanguíneos). Además, sus efectos parecen ser duraderos.
Según un estudio de la Universidad de Brown sobre un programa de reducción de la presión arterial, los niveles de los participantes se mantenían a la baja en los exámenes de seguimiento un año después de iniciado el ensayo. Algunas investigaciones han atribuido incluso a la práctica meditativa el poder de disminuir la presión arterial en mayor medida que si el paciente reduce la sal en las comidas, pierde peso y hace ejercicio.
Algunos consejos para alcanzar los beneficios derivados de la meditación son:
Estas recomendaciones pueden ayudar a los pacientes hipertensos y, en general, a todos aquellos que quieran iniciarse en el mundo de la meditación. Esta práctica se ha demostrado también eficaz para reducir el riesgo de sufrir un evento cardiovascular entre quienes realizan esta actividad.
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