DÉFICIT DE ATENCIÓN - 13 de mayo de 2022
Un estudio llevado a cabo por investigadores del Duke Health de Nueva York ha observado cómo muchos niños que son diagnosticados de manera posterior con autismo o TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) acuden al médico con bastante frecuencia durante el primer año de vida, mucho antes de que sean diagnosticados, lo que indica que este tipo de visitas al médico desde una edad más temprana puede ser clave para detectar patologías en un futuro.
Este hallazgo ha concluido que las primeras visitas al médico de muchos bebés sirven para establecer una hoja de ruta o planificación para el futuro. Muchos diagnósticos y tratamientos que se realizan de manera precoz tienen como beneficio el poder de mejorar resultados, tratamientos y costes para el Sistema Nacional de Salud, así como una posible mejora en la calidad de vida de muchos pacientes.
Según los investigadores de este estudio, los niños con autismo y TDAH tienen un patrón muy distinto a niños que no están afectados por este problema, contando con más visitas en el centro médico y hospitales una vez que ya han sido diagnosticados, lo que sugiere que una atención temprana durante los primeros meses de vida para ser analizado puede evitar que el diagnóstico se prolongue cuando el niño alcance una edad más madura sin poder aprovechar los beneficios que tiene una intervención más temprana.
Los investigadores de este estudio observaron los datos que estaban almacenados durante 10 años, concretamente de 2006 a 2016, en el registro de salud de unos 30.000 pacientes en el Sistema de Salud de la Universidad de Duke (DUHS) y del Hospital Universitario de Duke. Estos pacientes acudieron al médico al menos en dos ocasiones antes del primer año. De esta observación obtuvieron que los niños que fueron diagnosticados con alguno de estos trastornos estuvieron durante más tiempo en el hospital después de haber nacido al contrario que niños sin ningún tipo de afección.
Yendo más allá, los investigadores determinaron que los tratamientos usados en pacientes con autismo o TDAH son más útiles cuando se empiezan a aplicar durante una edad más temprana que cuando se utilizan a partir de un diagnóstico más maduro. Teniendo esto en cuenta, lo que este tipo de estudios pretende es que se puedan crear herramientas de monitorización para este tipo de trastornos durante una edad temprana para poder realizar diagnósticos precoces y, por tanto, poder empezar cuanto antes a trabajar mediante tratamientos específicos aquellos aspectos más complicados que son comunes en este tipo de trastornos. Este tipo de hallazgos también inciden en establecer una nueva ruta en la forma de trabajo, análisis y diagnóstico por parte de los profesionales de la salud en cuanto a la atención temprana se refiere.
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