EPILEPSIA - 25 de marzo de 2018
La Federación Española de Epilepsia estima que 700.000 personas en nuestro país conviven o han convivido con la epilepsia. La inmensa mayoría de ellas pueden hacer una vida normal gracias a la medicación, que les permite mantener sus crisis bajo control. Un pequeño número de ellas, sin embargo, seguirán sufriendo alguna que otra crisis a lo largo de sus vidas. ¿Tienen que tirar la toalla? La respuesta es no, hay técnicas psicológicas que permiten aminorar los riesgos.
Un estudio de la Facultad de Medicina Albert Einstein en Nueva York revela que, pese a los indudables avances en la medicación epiléptica, aproximadamente un tercio de los afectados siguen padeciendo convulsiones. La mayoría de estas crisis guardan relación con situaciones de estrés que actúan como detonante. ¿La fórmula para evitarlo? Los investigadores han comprobado que, si reducimos el estrés o aprendemos a controlarlo, las crisis epilépticas tenderán a desaparecer.
Para verificar su eficacia, los científicos eligieron a un grupo de pacientes y les prestaron apoyo psicológico con el propósito de que aprendieran a controlar sus niveles de estrés. Además, la mitad de los pacientes recibió clases con técnicas de relajación y respiración. Los investigadores observaron que todos los pacientes redujeron el número y la frecuencia de sus crisis, y en mayor medida aquellos que recibieron formación específica.
En conclusión, el trabajo realizado en Nueva York viene a demostrar que la utilización de técnicas de reducción de estrés, sea a través de terapia psicológica o de métodos más específicos, es una herramienta útil para mantener a raya las crisis convulsivas. La investigación no acaba ahí. Los científicos buscan ahora qué técnica será más eficaz para aminorar riesgos. Confiamos en contar pronto nuevas y buenas noticias.
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