EPILEPSIA - 19 de mayo de 2019
El 24 de mayo se celebra el Día Nacional de la epilepsia, una enfermedad que, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) afecta a 400.000 personas en nuestro país, aunque alrededor de 600.000 la sufrirán a lo largo de su vida.
Este año, la Federación Española de Epilepsia y sus entidades asociadas han puesto en marcha la campaña “Un millón de pasos por la epilepsia” organizando una caminata solidaria en 12 ciudades españolas con el objetivo de hacer visible a la sociedad la necesidad de acortar los plazos para hacer las primeras pruebas diagnósticas de la epilepsia en cuanto se detecte cualquier síntoma. Los más comunes son: confusión temporal, episodios de ausencias (interrupción brusca de las funciones cerebrales), movimientos espasmódicos incontrolables de brazos y piernas o pérdida del conocimiento o conciencia. Y es que, en la actualidad, las personas aún por diagnosticar tienen que esperar más de un año para saber su tipología de epilepsia y, por lo tanto, recibir el tratamiento adecuado.
La adecuación del tratamiento es fundamental para manejar las crisis porque existen dos tipos de crisis epilépticas: las crisis generalizadas y las crisis parciales, que también se llaman crisis epilépticas focales. El que se produzcan unas u otras depende de que el grupo de neuronas que se irrite sea más o menos amplio. A veces, en una persona con epilepsia pueden aparecer distintos tipos de crisis epilépticas. En las generalizadas, la descarga epiléptica afecta al mismo tiempo a toda la superficie del cerebro y en las crisis epilépticas parciales o focales, la descarga epiléptica comienza en una zona reducida de la superficie del cerebro. En ocasiones, no se puede saber con precisión si se trata de una crisis epiléptica focal o generalizada, y se denominan crisis sin clasificar, en espera de que datos posteriores permitan hacerlo.
Para cada una de ellas, el especialista recomendará distintos medicamentos, que logran controlar las crisis en aproximadamente el 70 y el 80% de las personas, cirugía o una dieta cetógena, que consiste en tomar en un alto nivel de grasas, escasas proteínas y prácticamente nada de hidratos de carbono o la estimulación del nervio vago.
La inscripción para las carreras es gratuita, pero deberá hacerse a través de cada asociación de epilepsia de las ciudades donde se hará la marcha: A Coruña, Alicante, Barcelona, Ciudad Real, Jaén, Madrid, Lérida, Málaga, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia y Zaragoza donde el recorrido variará entre 2 y 4 km. El reto es llegar hasta los 350 participantes en cada ciudad y conseguir así 1 millón de pasos por la epilepsia.
Además, varios edificios emblemáticos de estas ciudades cambiarán su iluminación al color naranja, el identificativo de la epilepsia. Por ejemplo, en Valencia, la Ciudad de las Artes y las Ciencias se teñirá de naranja porque es el lugar donde acabará la caminata. En la Comunidad Valenciana también se sumarán el Ayuntamiento y la fuente de los luceros en Alicante y en Castellón la Escultura de la Mariposa.
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