EPILEPSIA - 14 de octubre de 2023
La epilepsia es un trastorno cerebral crónico producido cuando un conjunto de neuronas presenta una inestabilidad en su actividad eléctrica. El problema radica en que el cerebro no puede parar los impulsos eléctricos entre estas neuronas, produciendo ataques epilépticos a la persona que lo sufre.
Un ataque epiléptico consiste en convulsiones involuntarias y pérdida de conocimiento, aunque pueden ser más simples, sin llegar a perder la conciencia, como la percepción de sensaciones extrañas, ligeros movimientos incontrolados de alguna parte del cuerpo o desconexión del entorno.
Con el fin de no precipitar la aparición de crisis epilépticas, es conveniente evitar algunas circunstancias como la falta de sueño, los cambios hormonales, el estrés, el alcohol, las drogas o estímulos luminosos, así como modificar el estilo de vida e intentar llevar una alimentación lo más saludable posible.
A día de hoy, no hay dudas de que existe una vinculación entre la alimentación y ciertos tipos de epilepsia. No obstante, no se ha demostrado que haya una relación directa entre la ingesta de alimentos y el desarrollo de crisis epilépticas.
¿Qué alimentos son más los más beneficiosos para los pacientes epilépticos? Es importante que incluyan en su dieta las grasas naturales (AOVE o ácidos grasos en omega-3), alimentos ricos en magnesio (tales como nueces, almendras o espinacas), el ajo, los lácteos (leche y los lácteos fermentados como el yogur y el kéfir), pescados grasos (sardina, salmón, atún fresco), así como proteínas y carbohidratos.
Además, es importante aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra y consumir dos o tres raciones de fruta al día.
Por último, desde Conectando Pacientes queremos añadir que los pacientes con epilepsia deben evitar, dentro de lo posible, el consumo de azúcares simples como carbohidratos con alto índice glucémico, las bebidas azucaradas, dulces y alimentos procesados.
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Conectando Pacientes