¿Tienes un hijo o eres familiar de un niño con epilepsia? ¿Has presenciado alguna vez un ataque epiléptico en un niño y no has sabido cómo actuar? En nuestro blog ya hemos visto como actuar ante estas crisis, pero ahora te ofrecemos una serie de pautas para que aprendas a manejar estas situaciones cuando le suceden a los más pequeños..
Las estimaciones médicas apuntan que la epilepsia es una enfermedad muy poco frecuente en niños. Se estima que la padecen no más del 1% de la población infantil, aproximadamente 200.000 menores en España. Sus manifestaciones clínicas más llamativas son las convulsiones. Por eso es tan importante que conozcas qué hacer y también qué no hacer en estos casos. Nosotros te ofrecemos una pequeña guía que seguro te será de utilidad.
Qué hacer
- Sabemos que es difícil, pero trata de mantener la calma. Intenta serenarte para poder ofrecerle al pequeño la mejor atención posible. Tu nerviosismo podría poner en riesgo al niño.
- Evita que el pequeño se golpee con objetos o al caer al suelo. Prueba a sostenerle la cabeza con tus manos o incluso a abrazarlo hasta poder colocarlo en el suelo en una posición horizontal y de seguridad.
- La mejor posición para un brote epiléptico es tumbado de costado. Facilitarás así su respiración y evitarás que se atragante con su propia saliva.
- Prueba ahora a aflojarle la ropa, sobre todo, si lleva alguna prenda que le oprima el cuello. El objetivo es que pueda respirar con la mayor normalidad posible.
- No te olvides de retirar objetos como muebles que puedan lesionar al menor en el suelo. Una vez que lo tengas en posición de seguridad, trata de recostar su cabeza en algo blando, basta una prenda que lleves puesta, para que no se haga daño con los espasmos.
- Si puedes mantener la calma, intenta medir el tiempo que duran las convulsiones hasta que cesen. Es un detalle que a veces pasa inadvertido pero que es importante para cuantificar la intensidad de la crisis.
- No todos los espasmos son producidos por epilepsia. Si los movimientos bruscos duran más de cinco minutos, si pierde el conocimiento, si comienza un nuevo ataque nada más superado el anterior o si crees que es su primera crisis epiléptica, es importante que llames al 112 para que le presten una asistencia de urgencias.
Lo que debes evitar
Tan importante como lo que puedes hacer es lo que debes evitar.
- No sujetes con demasiada fuerza al pequeño mientras sufre la crisis. No solo no conseguirás detener sus convulsiones, sino que provocarás que se sienta más incómodo y se mueva con más fuerza.
- No le introduzcas nada en la boca para evitar que se muerda. Se trata de un error que puede tener dos consecuencias. De un lado, puede que se trague el objeto y, de otro, sentirá más dificultades para respirar.
- Tampoco intentes que beba o coma en plena crisis ni le des medicamentos. De nuevo, podría atragantarse e incluso vomitar.
Los brotes epilépticos en niños no suelen ser graves y normalmente revierten de forma espontánea en pocos minutos. Es verdad que es difícil mantener la calma cuando los presencias por primera vez, pero si sigues las pautas que te recomendamos tu colaboración puede resultar de gran ayuda.