ESCLEROSIS MÚLTIPLE - 5 de noviembre de 2020
El cerebro es uno de los órganos de nuestro cuerpo más desconocidos. Por ello, la investigación sobre el mismo y las enfermedades que le afectan, como la esclerosis múltiple, es uno de los principales focos en los que se centra la ciencia de hoy en día.
Un reciente estudio del Centro Médico de la Universidad de Rochester (URMC) ha conseguido dar un importante paso adelante para tratar la esclerosis múltiple y otras enfermedades relacionadas con la sustancia gris del cerebro, al encontrar evidencias de que se puede recuperar el daño y restablecer la función de trasplantar células específicas del cerebro humano en modelos animales.
"Estos hallazgos demuestran que, a través del trasplante de células gliales humanas, podemos lograr efectivamente la remielinización en el cerebro adulto. Tienen implicaciones terapéuticas significativas y representan una prueba de concepto para futuros ensayos clínicos para la esclerosis múltiple y otras posibles enfermedades neurodegenerativas", explica Steve Goldman, profesor de Neurología y Neurociencia en el URMC, codirector del Centro de Neuromedicina Traslacional y autor principal del estudio.
Este es el resultado de más de 15 años de investigación en el URMC para tratar de conocer cómo funcionan, cómo se desarrollan y el papel de las células de apoyo encontradas en el cerebro llamadas glía en los trastornos neurológicos.
El grupo de investigadores liderado por el doctor Goldman ha conseguido manipular la señalización química de células madre pluripotentes embrionarias e inducirlas para que creen células glía. Un subtipo de estas, llamadas células progenitoras gliales, produce a su vez las principales células de soporte del cerebro que desempeñan un papel importante en la salud y la función de señalización de las células nerviosas.
En los pacientes que sufren esclerosis múltiple, las células gliales se van perdiendo a medida que avanza la enfermedad. Como consecuencia de esta pérdida, se produce una disminución de la mielina, la sustancia que permite que las células nerviosas se comuniquen entre ellas, quedando interrumpida esa comunicación intercelular que produce déficits sensoriales, motores y cognitivos, característicos de la enfermedad.
El trabajo en el laboratorio de este grupo de investigación demostró que, al realizar estos trasplantes en modelos animales, estas células acuden a donde el cerebro las necesita y se recupera la mielina perdida.
Al producirse esta remielinización de las células cerebrales, los ratones recuperaron la función motora perdida a consecuencia de la enfermedad. Los autores de la investigación creen que esta técnica se podría aplicar en otros trastornos neurológicos en los que existe un déficit de mielina o en los que también está implicada la materia blanca del cerebro.
Por el momento, solamente se han podido observar estos alentadores resultados en modelos de ratones. Los ensayos clínicos en humanos todavía están a la espera de recibir la aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) para poder probar su eficacia en personas.
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