¿Por qué Stephen Hawking logró vivir décadas con ELA?

Stephen Hawking, el astrofísico británico que contribuyó a divulgar los misterios del universo, falleció el pasado 14 de marzo. Tenía entonces 76 años y llevaba conviviendo con la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) desde los 21, cuando fue diagnosticado. Le habían advertido entonces de que tenía pocas probabilidades de llegar a los 30, pero Stephen Hawking casi desafío a las leyes de la naturaleza que tanto había estudiado y se convirtió en la esperanza de miles de afectados por ELA en todo el mundo.

¿Cómo consiguió Hawking superar todos los récords de longevidad con ELA, incluso los más optimistas? La respuesta a esta pregunta la da Maite Solas, vicepresidenta de la Fundación Española para el Fomento de la Investigación de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (FUNDELA) y profesora de Biología Celular de la Universidad Complutense de Madrid. Esta especialista explica a la Agencia Sinc que, aunque hablemos de la ELA en singular, en realidad existen distintos tipos de ELA. Y son precisamente estos diferentes tipos los que explican, al menos en parte, la longevidad del científico británico. Así, la profesora de la Complutense señala que podemos hablar de la ELA espinal, que afecta, sobre todo, a las células motoras superiores y que comienza por las extremidades. Los primeros síntomas que sufren los pacientes son pequeños tropezones a la hora de caminar o dificultades al abrir, por ejemplo, la puerta de casa.

El otro tipo de ELA es la llamada bulbar, que afecta primero a las neuronas motoras inferiores y que se caracteriza porque ataca ante al sistema respiratorio. En este caso, los pacientes experimentan como primeros síntomas dificultades para hablar o tragar.

La vicepresidenta de FUNDELA hace hincapié en que, en el caso de Stephen Hawking, la explicación a su larga longevidad tiene que ver con que su enfermedad comenzó afectando a la médula espinal. Avanzó de forma lenta y, además, respetó a los músculos necesarios para sobrevivir. Por eso, el astrofísico consiguió vivir muchos años.

No es, sin embargo, la única causa que explica la longevidad de Hawking. La profesora de Biología Celular añade que, todavía hoy, la ELA sigue siendo un gran misterio. Desconocemos su causa y el mecanismo de progresión. Hay pacientes que viven poco y otros que viven muchos años. Y no siempre somos capaces de determinar el por qué. En el caso de Hawking, el diagnóstico a edad muy temprana jugó a su favor. Se sabe por la experiencia clínica que cuando la ELA comienza muy pronto su evolución suele ser más lenta. Además, no hay que descartar otros motivos. Hawking era, hasta cierto punto, un privilegiado. Disponía de medios para cuidar su dieta y recibía numerosos tratamientos rehabilitadores.

Su caso, con todo, es un ejemplo y una esperanza para los miles de afectados que conviven día a día con la enfermedad.