DIABETES - 4 de abril de 2025
Existe una relación clara entre el descanso o una buena calidad del sueño, tanto en duración como en alcanzar fases profundas reparadoras, con la salud metabólica en la que se incluye la regulación de la glucosa y de la insulina.
Se ha observado que la duración del sueño y el riesgo de desarrollar diabetes sigue una relación dosis-respuesta. Esto significa que cuanto menos dormimos, existe un riesgo mayor de padecer diabetes a futuro. Además, estos efectos negativos se acentúan en las personas que duermen menos de 6 horas y son cuanto más nocivos en el rango de aquellas personas que duermen entre 3 y 5 horas de sueño diarias.
De manera adicional, cabe recalcar que, además, hay hábitos y comportamientos asociados a un mal descanso que también dañan nuestra salud y aumentan ese riesgo de diabetes tipo 2.
Debido a que estamos más fatigados e irritables, nos cuesta más generar relaciones sanas adecuadas, aumentan nuestras ganas de picotear o comer algo alto en azúcar o sal para aumentar la tensión o tener más energía, solemos ser más sedentarios con el aumento de grasa y disminución de la masa muscular que implica, se debilita el sistema inmune, nos encontramos más apáticos y tristes, nos cuesta mantener una buena función cognitiva como la concentración o memoria, tenemos menor rendimiento físico y energía, como cabe esperar, problemas de piel, caída del cabello y mayor envejecimiento, entre otros.
De forma positiva, cabe comentar que se han visto efectos positivos en esta diabetes tipo 2 al adoptar otros hábitos saludables. Estos consiguen contrarrestar en parte el daño que genera un mal descanso en la diabetes consiguiendo mitigar sus consecuencias. Entre ellos, encontramos la maravillosa y famosa dieta mediterránea, por su poder antiinflamatorio además de optar por fuentes alimenticias tales como legumbres, avena, frutas o verduras que ayudan a modular esa glucosa e insulina.
Debemos plantearnos el descanso y sueño como una vía preventiva y de intervención en el abordaje terapéutico de la diabetes tipo 2. La falta de descanso no sólo afecta a esta patología, sino que puede ser secundaria a otros problemas de salud como los cardiovasculares, cerebrovasculares, enfermedades crónicas y autoinmunes o el síndrome metabólico, entre otros. Educar en torno a una buena higiene del sueño es fundamental en este perfil de pacientes.
Mireia Elías, Dietista-Nutricionista Col.MAD00190 y fundadora de Alimentación 3S.
Redactado por:
Alimentación 3S