¿Se puede evitar la diabetes a pesar de tener un riesgo genético alto?

Como en muchas otras patologías, la genética tiene una carga importante en el riesgo de desarrollar la diabetes. Sin embargo, los especialistas de la Sociedad Española de Diabetes (SED) revelan que, a pesar de los antecedentes genéticos, la enfermedad se puede evitar con una buena dieta, control del peso y ejercicio físico.

Uno de los factores que los expertos han determinado como más importante es el cuidado de la flora bacteriana manteniéndola en niveles adecuados puesto que, si no se encuentra en buenas condiciones, puede ser el causante de un gran número de enfermedades. Por eso, es recomendable el uso continuo de prebióticos y probióticos en aquellas personas con riesgo elevado de padecer la enfermedad o con una flora bacteriana desequilibrada.

Pero no solo la flora bacteriana es importante, ya que Dolores Corella, investigadora del CIBEROBN (Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición) asegura que existe una correlación entre las personas que no siguen una dieta mediterránea saludable y la aparición de la diabetes. Si la dieta mediterránea ya era aclamada antes por médicos, nutricionistas y expertos de la alimentación, ahora aún más ya que es la dieta más recomendable para evitar la aparición de la diabetes.

¿A qué llamamos dieta mediterránea?

La dieta mediterránea se basa en los ingredientes propios de la agricultura local de los países con clima mediterráneo. Se caracteriza por reducir el consumo de carnes e hidratos de carbono dejando paso a alimentos vegetales y grasas monoinsaturadas.

La dieta mediterránea, que combina magistralmente los distintos grupos de alimentos, da prioridad a ingredientes como:

• Verduras.
• Legumbres.
• Fruta.
• Pescado.
• Carnes blancas.
• Pasta.
• Arroz.
• Frutos secos.
• Aceite de oliva.

Esta dieta, además, es la más recomendada por los especialistas porque logra reducir, retrasar e incluso neutralizar la aparición de la diabetes en personas que poseen variantes genéticas, que tienen un riesgo más alto de sufrir esta enfermedad.

Debemos recordar que una alimentación saludable para una persona con diabetes requiere seguir esta serie de recomendaciones:

• Limita los alimentos con alto contenido de azúcar.
• Come de forma constante a lo largo del día.
• Modera el consumo de hidratos de carbono.
• Enriquece la dieta con alimentos integrales, frutas y verduras.
• Reduce el consumo de las grasas, alcohol y sal.

Si no sabes por dónde empezar tu dieta mediterránea, siempre es recomendable acudir a un nutricionista o a tu médico de cabecera para crear la dieta específica para tus necesidades y que se adapte lo mejos posible a tu situación.