DIABETES - 29 de octubre de 2018
Cuatro de cada diez pacientes diabéticos llevan una vida sedentaria, pese a la importancia que la actividad física tiene en esta patología. Esta es la principal conclusión del estudio Di@bet.es, desarrollado por la Sociedad Española de Diabetes (SED) y la Federación Española de Diabetes (FED). Este estudio se realizó con el propósito de proporcionar un conocimiento exhaustivo de la epidemiología de la diabetes mellitus tipo 2 en España.
Los especialistas recuerdan que el adecuado abordaje de la diabetes tipo 2 requiere de un buen equilibrio entre ejercicio físico, alimentación y tratamiento farmacológico. Precisamente por eso sorprende que el porcentaje de pacientes diabéticos que realizan algún tipo de deporte esté diez puntos por debajo del registrado en población general. Los autores del estudio apuntan que existen evidencias de que el ejercicio físico repercute no solo en un mejor control de los niveles de glucemia, sino también, y esto es lo más importante, en una reducción de las complicaciones relacionadas con la enfermedad. Está demostrado que los pacientes diabéticos que practican algún tipo de deporte tienen menos riesgo de padecer patologías cardiovasculares y, al mismo tiempo, menor riesgo de mortalidad.
La relación entre ejercicio y diabetes actúa como una pescadilla que se muerde la cola. De un lado, los pacientes con diabetes que practican actividad física mejoran en su patología, y de otro, las personas que realizan deporte tienen menor riesgo de diabetes. La actividad física actúa así como un factor protector. En este contexto y por lo que respecta específicamente a la diabetes del adulto o tipo 2, los autores del estudio hacen hincapié en que la falta de actividad física es uno de los principales desencadenantes de la diabetes.
Por lo que respecta a la diabetes insulinodependiente o tipo 1, la situación es bien distinta. Por ahora, no se ha podido demostrar que mejore los niveles de azúcar en sangre. La causa parece residir en que la práctica de actividad física en pacientes con este tipo de diabetes incrementa el riesgo de bajada en los niveles de glucosa. Es importante, por lo tanto, no dejar de hacer deporte, pero sí ajustar la alimentación y la insulina a la actividad física que llevan a cabo los pacientes. Solo así conseguirán evitar episodios de hiper o hipoglucemias.
Haciendo estas salvedades, la práctica de ejercicio físico en pacientes con diabetes conlleva muchos más beneficios que riesgos. La Sociedad Americana de Diabetes señala que existen dos tipos de actividad física recomendada para pacientes diabéticos: los ejercicios de fuerza y los cardiovasculares. Entre los primeros, las pesas y aparatos son los más recomendables. Entre los segundos, la opción es muy amplia: correr, nadar, montar en bicicleta… todas son buenas opciones.
A la hora de elegir la actividad física que vas a realizar, es bueno que te pongas en contacto con tu médico para determinar cuál se adapta mejor a tus necesidades y a las manifestaciones clínicas de tu enfermedad. Entre los dos podréis decidir la intensidad del ejercicio, su duración, frecuencia y el tipo de deporte idóneo. Todo lo que necesitas es tomar la decisión. ¡Muévete por la diabetes!
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