¿Influye la enfermedad de Crohn en tu estado de ánimo?
ENF. DE CROHN - 29 de junio de 2024
La enfermedad de Crohn es una enfermedad intestinal crónica que causa la inflamación de determinadas partes del sistema digestivo. Puede afectar desde la boca hasta el ano, aunque lo más común es que la zona afectada sea la parte baja del intestino delgado (llamada íleon) o el intestino grueso (colon y recto). Esta enfermedad puede aparecer varias veces a lo largo de la vida, sin manera de poder predecir cuándo volverá a afectar, incluso aunque pase un largo tiempo sin síntomas. Puede padecerse a cualquier edad, aunque es más probable que aparezca entre los 15 y los 35 años.
Hasta ahora era conocido que la enfermedad intestinal inflamatoria, tanto el Crohn como la colitis ulcerosa, incrementan el riesgo de padecer problemas psicológicos como la ansiedad, el estrés o la depresión. Ahora sabemos además que las dolencias psicológicas pueden afectar a los síntomas físicos de tu enfermedad, es lo que también se conoce como emociones. Las emociones, son las respuestas que emite nuestro cuerpo ante las situaciones que nos rodean, estas respuestas pueden ser hacia nosotros mismos, o, hacia los demás. Asimismo, cada emoción va asociada a un comportamiento que tiene lugar en nuestro cuerpo, comportamiento no visible para nuestros ojos.
El origen de este “círculo”, se encuentra en el conocido dilema del huevo y la gallina, es decir, que ocurrió antes, la parte física o la mental. Si estoy mal físicamente, mi salud mental también se acabará resintiendo y podrán aparecer síntomas como el estrés, la angustia o la depresión… Pero es que, estos mismos problemas de estrés, angustia o depresión, también agravan la reacción del cuerpo a la inflamación y pueden aumentar los síntomas de la enfermedad de Crohn. Es decir, volvemos al círculo que se retroalimenta. Lo físico influye en lo mental y lo mental en lo físico, dado que ambos aspectos están íntimamente relacionados y ambos influyen en nuestro estado de ánimo.
Algunas recomendaciones para mejorar el estrés, la angustia o la depresión serían: realizar ejercicio físico, mantener una dieta equilibrada, respetar las horas de sueño, e, incluso realizar técnicas de relajación como pueden ser el yoga, el taichi, meditar...
Es importante no descuidar ninguno de los aspectos, ya que, si el tratamiento físico es importante, el aspecto emocional también lo es. En definitiva, lo fundamental en patologías como la enfermedad inflamatoria intestinal es el abordaje multidisciplinar. Es posible que no lo requieras nunca, pero si necesitas apoyo psicológico, no dudes en pedirlo. Tu salud global saldrá ganando.
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