ENF. DE CROHN - 26 de julio de 2019
Cuando hablamos de bacterias, lo más habitual es creer que estos micoorganismos son perjudiciales para nuestra salud. Sin embargo, no siempre es así. Existen muchas bacterias que no solo no son malas, sino que son muy buenas. Seguro que alguna vez has oído hablar de los probióticos y seguro que los relacionas con los yogures. Los probióticos son bacterias vivas, también llamadas buenas o amigables, que habitan normalmente en nuestros intestinos y protegen nuestra flora.
¿Cómo actúan los probióticos? Estas bacterias buenas luchan contra las malas para mantenerlas a raya. Si el equilibrio entre unas y otras se descompensa, dicho de forma más sencilla, si las malas ganan, es posible que aparezcan distintos problemas digestivos, como la diarrea. Los probióticos se emplean en estos casos para recuperar el equilibrio de la flora intestinal y devolver a nuestro cuerpo a un estado óptimo. Estos microorganismos están disponibles en distintas presentaciones como suplementos dietéticos (cápsulas, pastillas o polvos), pero también en alimentos y zumos como el yogur, la leche, o la soja.
La enfermedad de Crohn causa inflamación del sistema digestivo. Puede afectar a cualquier área, desde la boca hasta el ano, aunque lo más frecuente es que se presente en una parte baja de intestino delgado, el ileon. De momento, no se conoce qué la causa, pero si se sabe que puede deberse a una reacción anormal del sistema inmune (nuestro propio organismo se defiende atacándonos). Y también parece guardar una relación hereditaria. Una misma familia puede tener varios miembros afectados.
¿Qué pueden hacer lo probióticos por los pacientes con Crohn?
La creencia de que las bacterias buenas pueden mantener bajo control esta patología no es nueva. De hecho, existes algunos estudios que confieren a estos microorganismos capacidad para mitigar los efectos de la inflamación intestinal. Una investigación muy reciente, liderada por científicos de la Universidad de Granada, ha revelado que la administración de probióticos es capaz de disminuir los síntomas del Crohn. El estudio está aún en fase animal, por lo que sus conclusiones no son definitivas.
Los argumentos a favor de los probióticos van ganando puntos. En los afectados por el Crohn, su sistema inmunológico identifica erróneamente ciertas bacterias, también las buenas, como invasoras y las ataca, lo que provoca inflamación. Los probióticos pueden ayudar a restaurar el equilibrio inicial y mantener bajo control los brotes. Se abre así una nueva puerta de esperanza para los afectados por esta patología gracias a estas bacterias amigables.
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