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Reduce el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares manteniendo a raya el colesterol LDL

COLESTEROL - 5 de noviembre de 2021

Los factores de riesgo cardiovascular son los que se asocian directamente con un mayor riesgo de sufrir ictus e infartos, pero también con las probabilidades del paciente de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Podemos distinguir dos tipos, los factores de riesgo no modificables, como la genética, la edad del paciente o el sexo, y los factores de riesgo que sí son modificables y que dependen en gran medida de nuestro control, entre ellos encontramos el colesterol, el tabaquismo, los hábitos de vida poco saludables y el sobrepeso, entre otros.

Para determinar qué pacientes tienen un riesgo alto o muy alto de desarrollar enfermedades cardiovasculares, se tienen en cuenta una serie de variables, como la edad, el sexo, el tabaquismo, los niveles de colesterol en sangre y la presión arterial. Según estos parámetros y, dependiendo de los factores que reúnan los pacientes, se considerará que tienen un riesgo cardiovascular muy alto, alto, medio o bajo. La tabla internacional de mayor prestigio para medir el riesgo cardiovascular es la tabla SCORE, de las siglas Systematic Coronary Risk Evaluation system.

Los pacientes de alto y muy alto riesgo cardiovascular son entre otros, los que han tenido un evento cardiovascular, los que sufren hipercolesterolemia familiar, las personas con diabetes de larga duración o enfermedad renal crónica severa, así como aquellas personas que tienen varios factores de riesgo asociados.

Según datos de la Fundación Española del Corazón, más del 60% de los españoles tienen dos o más factores de riesgo cardiovascular. Entre los factores de riesgo más comunes en nuestro país destacan la hipertensión, que afecta al 22,2% de los españoles, el colesterol alto o hipercolesterolemia, cuya incidencia supera el 22%, el sobrepeso con una tasa del 33,8% o la falta de sueño cuyo porcentaje supera el 36% de la población. Además de estos factores, destacan también otros como el tabaquismo, el estrés o el sedentarismo.[i]

El colesterol alto o hipercolesterolemia es una de las principales causas de desarrollo de enfermedades del corazón. A pesar de que el colesterol es fundamental para el correcto desarrollo de nuestro organismo, es muy importante que mantengamos unos niveles adecuados en sangre, para evitar que se convierta en un factor de riesgo cardiovascular. El consumo en exceso de grasas o alcohol puede provocar un aumento de los niveles de colesterol.[ii]

La Fundación Española del corazón considera normales los siguientes valores[iii]:

  • Colesterol total: Debe estar por debajo de 200 mg/dl. Por encima de 240 mg/dl se considera colesterol alto. Hablamos de hipercolesterolemia cuando los valores están por encima de 200 mg/dl.
  • Colesterol LDL: También conocido como” colesterol malo” (c-LDL). Sus valores normales son aquellos que se sitúan por debajo de 100 mg/dl. Valores normales- altos, de 100 a 160 mg/dl y se considera colesterol alto por encima de 160 mg/dl.
  • Colesterol HDL: “Colesterol bueno”. Debe estar por encima de 35 mg/dl en el caso de los varones y por encima de 40 mg/dl en las mujeres.

En los pacientes de alto y muy alto riesgo cardiovascular la cifra de c-LDL debe ser inferior a 55 mg/dL y en los de alto riesgo inferior a 70 mg/dL. En estos pacientes cuanto más bajo esté el colesterol y cuanto más rápida sea esa bajada, mejor.

Estudios recientes han demostrado que las personas cuyo colesterol se sitúa por encima de 240 mg/dl tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto, frente a aquellas personas cuyos valores rondan los 200 mg/dl. [iv] Esto se debe a que, cuando hay un exceso de colesterol, nuestro organismo no es capaz de absorber el sobrante y éste se acumula en las paredes de las arterias, lo que provoca su estrechamiento y la dificultad de circulación de la sangre, lo que, con el tiempo, puede dar lugar a distintas enfermedades cardiovasculares.

Los expertos recomiendan seguir una serie de pautas para reducir y/o controlar el colesterol:

 

Practicar deporte

Las personas que no hacen actividad física tienen entre un 20 y un 30% más probabilidades de morir de forma prematura, frente a las que si realizan deporte. [v] Mantenerse activo puede ayudarnos a controlar el peso y a bajar los niveles de colesterol LDL, además de que contribuye a aumentar el colesterol HDL. No es necesario realizar ejercicio de forma intensa para disfrutar de sus beneficios, de hecho, si nunca has hecho deporte, lo recomendable es empezar despacio al principio, por ejemplo, dando paseos e ir aumentando la frecuencia y el ritmo con el paso de los días. [vi]

 

Alimentación equilibrada

Consumir alimentos de origen vegetal como cereales, frutas o verduras, sería lo más recomendable si queremos mantener a raya los niveles de colesterol en sangre. Los pacientes deben aumentar la ingesta de hidratos de carbono complejos y de alimentos integrales. Se debe eliminar o reducir el consumo de grasas saturadas y elegir en su lugar carnes magras y pescados ricos en omega 3. Además, es muy importante que los pacientes eliminen o reduzcan en gran medida la cantidad de sal, menos de 5g al día. [vii]

 

Abandonar los malos hábitos

El consumo de tabaco tiene graves riesgos para la salud. En el caso de las personas con hipercolesterolemia, el tabaquismo eleva los niveles de colesterol malo y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas. Algunos estudios han demostrado que los consumidores de tabaco presentan signos más tempranos de acumulación de lípidos en las arterias, frente a los no fumadores. [viii]

Las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte en todo el mundo y son las responsables de más de 4 millones de muertes al año en Europa[ix]. Mantener unos niveles de colesterol adecuados en sangre es fundamental para combatir estas enfermedades y eventos, mediante la prevención y el tratamiento de los pacientes.

 

Referencias:

 

Bibliografía consultada:

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