COLESTEROL - 24 de abril de 2023
El aceite de orujo de oliva es un tipo de aceite que se obtiene de la aceituna tradicional, a partir de los residuos de la extracción del aceite de oliva virgen. Este proceso tiene tres fases y es resultado del aprovechamiento integral de la aceituna. Está compuesto por pulpa, huesos, agua y pieles, que quedan como restos de los aceites.
Existen varios mitos en torno a los beneficios que aporta el aceite de orujo de oliva, y en realidad no son mitos sino realidades, ya que sí es saludable. Es rico en ácido oleico y está compuesto por antioxidantes que garantizan su calidad nutricional. Además, tiene gran rendimiento culinario que se refleja en que no solo una parte importante de los compuestos se mantienen tras la fritura, sino que se transfieren a los alimentos fritos.
España es el principal productor mundial de aceite de oliva, y a lo largo del tiempo se han realizado una gran cantidad de estudios para evaluar los numerosos beneficios de este tipo de aceite. Sin embargo, solo hasta hace poco se han realizado investigaciones relevantes con respecto al aceite de orujo de oliva para identificar los efectos en la salud de los consumidores.
El Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) realizó varios estudios que demostraron que existen beneficios relacionados con la salud cardiovascular y patologías asociadas, como la diabetes o la obesidad. De esta manera, se identificó una reducción en niveles de colesterol, grasa visceral y la circunferencia de la cintura de las personas que participaron en el estudio.
En este sentido, los resultados del estudio mostraron que el aceite de orujo de oliva también ayuda a disminuir los altos niveles de glucosa o azúcar en la sangre en los casos de diabetes mellitus tipo 2, cuando se pueden controlar mediante ejercicio y dieta.
Se realizaron varios estudios: el primero evaluó a voluntarios sanos y a otros en riesgo de presentar anomalías relacionadas con altos niveles de colesterol. Se estableció que este tipo de aceite puede mejorar el perfil de los lípidos en sangre y de otros factores relacionados con las enfermedades cardiovasculares, como la presión arterial y la reducción significativa del colesterol que se conoce como “malo”, porque un nivel alto de LDL lleva a una acumulación de colesterol en las arterias.
El segundo estudio se basó en la comparación del aceite de orujo de oliva con el aceite de girasol. Se realizó con voluntarios con niveles normales de colesterol y con otros con hipercolesterolemia. Se logró concluir que la ingesta prolongada de este aceite puede contribuir a mejorar el estado cardiometabólico, con un efecto positivo sobre el tono vascular.
Así, para poder disfrutar de los beneficios del aceite de orujo, se recomienda ingerir aproximadamente 45 gramos diariamente, que equivale a cuatro cucharadas; además, se debe complementar su consumo con otros tipos de aceites, siendo el aceite de oliva virgen extra ideal para el consumo en crudo y alimentos, mientras que el aceite de orujo de oliva sería ideal para procesos culinarios como reemplazo de la mantequilla o en frituras.
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