Relación entre anemia y celiaquía: ¿Tengo que preocuparme?

¿Existe alguna relación entre anemia y celiaquía? La respuesta más acertada es depende. Una persona celiaca, diagnosticada y que siga una dieta libre de gluten, no tiene por qué padecer déficit de hierro. En este artículo te contamos en qué casos anemia y enfermedad celiaca van de la mano y cómo romper la cadena.

Las personas celiacas padecen una afectación en las vellosidades intestinales –unas proyecciones diminutas con aspecto de pelo que cubren el interior del intestino delgado—y que se encargan de absorber nutrientes como el hierro. En los pacientes celiacos el gluten daña estas vellosidades e impide la absorción del hierro presente en los alimentos. ¿Consecuencia? La aparición de la anemia.

Evitar este efecto es sencillo. Una dieta sin gluten es la mejor herramienta para que estas pequeñas proyecciones con aspecto de pelo recuperen su aspecto primigenio y realicen a la perfección su función de absorber los nutrientes.

Los pacientes celiacos que además sufren anemia por falta de hierro, suelen padecer una sintomatología variada. Las manifestaciones más frecuentes son fatiga, cefaleas, mareos o dificultades para concentrarse.
 

¿Y si soy celiaco y tengo anemia?

Si eres celiaco y además te han detectado anemia, nuestro consejo es que prestes atención a tu dieta y que incluyas en ella alimentos ricos en hierro que, obviamente, no contengan gluten. ¿Cuáles? La mejor opción es que consumas nutrientes de origen animal porque el hierro que presentan es de absorción más rápida que los vegetales. Pollo, pavo y pescado son las más adecuados.

Las lentejas y garbanzos, las espinacas y las acelgas, si eres vegetariano, también te ayudarán a recuperar los niveles normales de hierro. En todo caso, consulta siempre a tu médico o nutricionista, si crees que puedes padecer anemia.

Una buena dieta, siempre libre de gluten, es todo lo que necesitas para disfrutar de una vida plena y olvidarte de la anemia. La receta es muy sencilla y ganarás en bienestar.