CELIAQUÍA - 21 de enero de 2023
La Enfermedad Celiaca (EC) es una patología multisistémica con base autoinmune provocada por el gluten y prolaminas relacionadas en individuos genéticamente susceptibles. La EC es la enfermedad crónica intestinal más frecuente, estimándose que 1 de cada 80-100 recién nacidos vivos van a padecerla a lo largo de su vida. La relación mujer-varón es de 2:1. Además, está infradiagnosticada debido al desconocimiento de la gran variedad de signos y síntomas con que puede presentarse clínicamente.
Gracias a los datos obtenidos en el primer informe de “Tendencia de exclusión alimentaria en la población española” se observa que hay una tendencia muy señalada a la hora de eliminar radicalmente ciertos alimentos de nuestra dieta sin consultar con un profesional. Los alimentos más excluidos de las dietas de los españoles por decisión propia son aquellos nutrientes e ingredientes percibidos como menos saludables.
Según este informe el 72% de las personas que siguen una dieta sin gluten no tendrían justificación médica. Y ocurre lo mismo con el 61% de las personas que retiran la lactosa de su alimentación. En general, la preocupación por eliminar de la dieta los alimentos considerados como menos beneficiosos para la salud afecta mayoritariamente a las mujeres y la población de mediana edad, quienes, en general, están más concienciados con el cuidado de su alimentación y estado físico.
Estos resultados preocupan gravemente a los profesionales sanitarios, ya que las dietas de exclusión también eliminan nutrientes esenciales. Es habitual preocuparse por la salud y la alimentación e intentar tener hábitos más saludables; no obstante, hay que consultar siempre con profesionales y buscar ayuda en personal cualificado. Si no, lo que se puede pensar que va a suponer estar mejor puede provocar graves problemas.
Los alimentos que contienen gluten son ricos en otros nutrientes como fibra, vitaminas y minerales, por lo que eliminarlos de la dieta sin el correcto seguimiento médico; lejos de ser una medida beneficiosa para la salud, puede dar lugar a carencias en fibra, vitaminas y minerales.
Por otra parte, nunca se debe seguir una dieta libre de gluten sin antes haber acudido al especialista y haber sido sometido a una evaluación médica. La retirada del gluten debe de ser pautada por un profesional sanitario tras haber aplicado el protocolo de diagnóstico en su totalidad. Seguir una dieta sin gluten antes de tiempo dificulta enormemente el diagnóstico de la enfermedad celiaca, y puede provocar que las pruebas para detectar la celiaquía arrojen resultados falsamente negativos.
Además de los posibles riesgos para el mantenimiento de la salud óptima de la población, es preciso tener en cuenta el coste económico del seguimiento de dietas de exclusión de forma no plenamente justificada, ya que estos productos suelen tener un precio mucho más elevado que el de los demás alimentos.
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