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¿Cómo puedo saber si tengo Anisakis?

ANISAKIS - 5 de octubre de 2017

Todos hemos oído hablar del anisakis. Este parásito marino, que se aloja en el tracto digestivo de los animales y también de las personas, está cada vez más presente en las páginas de los periódicos y en los programas de radio y televisión. Sin embargo, las reacciones que causa en los seres humanos son todavía poco conocidas para el gran público.

¿Qué le sucederá a mi organismo si me contagio por anisakis? Lo primero que tienes que saber para entender cómo actúa y qué provoca ese parásito es conocer bien los mecanismos de su transmisión. El anisakis se aloja en el sistema digestivo de varias especies animales y, a través de la cadena alimentaria –recuerda que el pez grande se come al chico—,va pasando de unos ejemplares a otros hasta llegar a los humanos.  Sus efectos sobre nosotros son diversos y espaciados en el tiempo. Ante los primeros síntomas, lo mejor es que acudas a tu médico porque, cuanto más tiempo conviva nuestro organismo con el anisakis, mayores serán los daños.

Los primeros efectos suelen aparecer pronto. Entre 24 y 48 horas después de haber consumido un pescado contaminado con este parásito, lo normal es comenzar a sufrir dolor abdominal, vómitos y náuseas. Los síntomas pueden variar en función de dónde se hospede el anisakis en nuestro cuerpo.  Lo más habitual es que encuentre acomodo en la parte superior del intestino delgado. En este caso, es frecuente sufrir un fuerte dolor abdominal que puede conllevar también náuseas y vómitos.

Los síntomas serán mayores si el parásito se ubica en la parte baja del intestino. En esa localización, causará inflamación y posible obstrucción intestinal, lo que en algunos casos puede confundirse con la enfermedad de Crohn, un proceso inflamatorio crónico del tracto intestinal. Es bastante habitual también que los afectados lleguen a sospechar que están padeciendo un episodio de apendicitis porque a veces los síntomas llaman a engaño. Entre los efectos más graves causados por este parásito, hay que mencionar también la peritonitis o inflamación del peritoneo --el tejido delgado que recubre la pared interna del abdomen-- o la rotura de las paredes del intestino.

De ahí que, ante alguna de estas reacciones, lo mejor es que consultes a tu médico con la máxima rapidez. Cuanto antes detecte la presencia de las larvas de este gusano, más fácil resultará su erradicación. Bastará con seguir un tratamiento farmacológico. Solo en los casos más graves es necesario realizar una gastroscopia o endoscopia digestiva para su eliminación.  Esta  prueba consiste en la introducción de un tubo flexible por la boca del afectado que permitirá no solo obtener imágenes del tracto digestivo sino también extraer el parásito.

Además de los síntomas que te acabamos de describir, este gusano puede generar otros trastornos debido a que libera una toxina que puede causar reacciones alérgicas de importancia. En estos casos, es precisa una intervención médica urgente.

La mejor forma de evitar esta sintomatología, y de librarse del anisakis, está en la correcta preparación de los alimentos. Cocinar bien el pescado y evitar consumirlo crudo si no ha sido congelado previamente bastan para que puedas disfrutar de todo su sabor sin ningún riesgo.

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