ANEMIA FERROPÉNICA - 19 de febrero de 2021
Muchas veces la rutina, el estrés o el ritmo de vida acelerado pueden ocasionar que nos sintamos decaídos o muy cansados. No obstante, a veces también suele ocurrir que, a pesar de no realizar muchos esfuerzos, nos sentimos igualmente agotados. ¿A qué se debe esto? Hay muchos factores y explicaciones que pueden relacionarse con este tipo de cansancio, como, por ejemplo, el sueño y el descanso, pero sentirnos así puede ser un síntoma determinante de anemia.
Seguramente hayas oído hablar infinidad de veces de la anemia, pero para entender mejor algunos de sus síntomas tenemos que comprender primero en que consiste esta patología. Según la Fundación Americana del Riñón, la anemia se produce cuándo hay déficit de glóbulos rojos en nuestro organismo, los cuáles se encargan de transportar el oxígeno a través de la sangre.
Para distinguir la anemia del cansancio será fundamental realizar pruebas que permitan diagnosticar o descartar esta enfermedad. Aunque el cansancio es uno de los síntomas más relevantes de esta patología, no es determinante, por lo que lo idóneo será realizar un análisis de sangre en el que se especifique un recuento de glóbulos rojos, blancos y plaquetas en la sangre. Mediante esta prueba se puede determinar si se padece de anemia y saber cuál o cuáles son las causas que la producen, así como saber qué tipo de anemia padecemos.
En el caso de que el diagnóstico sea de anemia, el tratamiento posterior va a depender de qué tipo de anemia se padezca ya que se trata de una patología muy amplia. A pesar de esto, al igual que ocurre con otro tipo de enfermedades, lo ideal para evitarlas es la prevención. Para ello, hay una serie de factores de riesgo que pueden ser evitados, al igual que determinados tipos de anemia pueden ser fácilmente prevenidos tal y como ocurre con la anemia por falta de hierro. Tener una dieta equilibrada con todos los nutrientes, ejercicio y evitar factores de riesgo nocivos como tabaco, estrés y el alcohol resultan útiles para prevenir enfermedades de este tipo.
El transporte de oxígeno es necesario para poder suministrar energía y hacer que los músculos, huesos y órganos se encuentren en buen estado. Como consecuencia de esta carencia, el cuerpo no cuenta con la energía necesaria para poder realizar todas las funciones con normalidad, por lo que nos encontramos débiles y cansados. El cansancio puede ser algo periódico o más casual, pero cuando es prolongado sin causa alguna que lo justifique puede ser debido a esta patología.
El trabajo que realizan las células de la sangre para transportar el oxígeno ha de funcionar como un mecanismo perfecto. Los glóbulos rojos contienen hemoglobina, una proteína rica en hierro que le da a la sangre su color rojo, esta sustancia permite que los glóbulos rojos transporten el oxígeno de los pulmones a todas las partes del cuerpo y que lleven el dióxido de carbono de otras partes del cuerpo para que se exhale.
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