ALERGIA - 19 de febrero de 2021
Como ya hemos hablado en artículos anteriores, la anafilaxia es la manifestación alérgica generalizada más grave que existe, de instauración rápida, que afecta a dos o más sistemas del organismo y que, como efecto más grave, puede conducir a la muerte del individuo. El tratamiento de una anafilaxia debe ser precoz. Los pacientes que ya han sufrido una reacción anafiláctica previa suelen reconocer los síntomas que sugieren que está iniciándose de nuevo, y deben poner en marcha un plan de actuación que consistirá en:
El tratamiento principal de estas reacciones alérgicas graves es la adrenalina. Los pacientes con riesgo de sufrir reacciones anafilácticas deben llevar consigo un equipo de emergencia, que incluya adrenalina autoinyectable para utilizarlos de manera inmediata si la reacción es grave. Es importante que se verifique periódicamente su fecha de caducidad y haber tenido un entrenamiento en el correcto empleo de auto inyectores de adrenalina.
El fármaco más eficaz para el tratamiento de la anafilaxia es la adrenalina. Se trata de un medicamento que actúa rápidamente, que mejora la mayoría de los síntomas de la anafilaxia y la supervivencia. No existen contraindicaciones absolutas para su administración y, en caso de reacciones que amenacen la vida del individuo, los beneficios de su utilización son siempre superiores.
La adrenalina es una sustancia que produce el cuerpo humano; se sintetiza en las glándulas suprarrenales en situaciones de estrés o de peligro. Sus acciones principales son aumentar la presión arterial, disminuir la hinchazón de la piel y las mucosas, abrir los bronquios y mejorar el paso de aire, así como bloquear la liberación de sustancias por parte de las células implicadas en la anafilaxia (mastocitos y basófilos).
Actualmente existen dispositivos de adrenalina autoinyectable, con presentaciones para niños y adultos, que permiten que el paciente lo lleve siempre consigo y se la aplique en caso de presentar una reacción anafiláctica. Estos dispositivos son una especie de bolígrafos de fácil utilización y que administran una dosis de adrenalina adecuada por vía intramuscular. Estos autoinyectores de adrenalina se prescriben a pacientes que tengan la posibilidad de presentar una anafilaxia.
Tanto los pacientes como sus allegados deberían recibir la educación y entrenamiento por parte del personal sanitario en la utilización del autoinyector, así como practicar con regularidad su uso, de modo que sepan qué hacer en situaciones de emergencia. En el caso de los niños, esta actitud debe extenderse a los cuidadores y profesores. Cuando ocurra una reacción anafiláctica, el paciente siempre deberá acudir a un centro de urgencias médicas tras la utilización de un autoinyector de adrenalina.
Las jeringuillas son más adecuadas para el uso por parte del personal sanitario entrenado en la administración intramuscular de un inyectable. Las ventajas de una pluma precargada sobre una jeringa son:
Proporciona más rapidez en el procedimiento de administración (el tiempo es clave). No es necesario calcular la dosis, purgar de aire la jeringuilla, etc.
Comodidad: el autoinyector está preparado para extraerlo del envase, destaparlo y administrarlo, incluso a través de la ropa.
Y recuerda que, si tienes cualquier duda sobre alergia, puedes preguntar al experto de la web tengoalergia.es.
Y si quieres conocer todos los beneficios de la inmunoterapia sublingual, puedes ir al canal de Instagram (https://www.instagram.com/vivirsinalergia/)
Redactado por:
Conectando Pacientes