Anemia infantil. ¿Qué es y cómo tratarla?

Palidez, apatía, cansancio o somnolencia son los síntomas más típicos de la anemia infantil, una enfermedad que a menudo pasa inadvertida y que puede resolverse de forma sencilla si se actúa a tiempo. La anemia infantil es la patología hematológica más frecuente en niños. En España, la prevalencia entre los menores en edad escolar se sitúa entre el 0,5% y el 2%.
 

¿Qué es la anemia infantil?

Los glóbulos rojos se encargan de llevar oxígeno a los distintos tejidos y órganos de nuestro organismo. Para ello, necesitan hemoglobina, una sustancia muy rica en hierro. La anemia ferropénica está causada precisamente por un déficit de este mineral que impide a los glóbulos rojos alimentar nuestras células. En niños es bastante frecuente entre 6 y 24 meses.
 

Los síntomas más frecuentes

Si eres padre o madre de un niño en edad escolar, es importante que estés atento a los siguientes síntomas:

• Piel pálida. En los pequeños con anemia, su cara, uñas y encías adquieren una tonalidad blanquecina.
• Inapetencia. Es uno de los síntomas más frecuentes y se convierte además en un círculo vicioso. El déficit de hierro genera falta de apetito y la inapetencia reduce aún más las reservas de hierro.
• Debilidad y cansancio. Los niños con anemia están permanentemente cansados. Prefieren permanecer sentados a jugar con sus amigos y reclaman que los cojas en brazos antes que caminar.
• Sensación permanente de sueño. La anemia puede hacerles parecer niños perezosos, pero lo cierto es que necesitan dormir más o estar tumbados por falta de energía.
   

Diagnóstico y tratamiento

Si sospechas que tu hijo puede padecer anemia, lo mejor es que lo consultes con su pediatra. La buena noticia es que el diagnóstico es sencillo y el tratamiento también. Un simple análisis de sangre permitirá conocer sus reservas de hierro. La terapia puede incluir desde suplementos de hierro hasta una dieta rica en este mineral.
 

Alimentos ricos en hierro

El hierro puede encontrarse tanto en alimentos de origen animal como vegetal. Estos últimos aportan como ventaja que se absorben con más facilidad. Son ricos en hierro:

• Carnes rojas.
• Pescados azules pequeños.
• Sardinas y las anchoas.
• Yema de huevo.
• Mariscos.
• Legumbres.
• Verduras de hoja verde.

Si tienes un hijo en edad escolar y detectas algunos de los síntomas de la anemia que te comentábamos, no dudes en dirigirte a tu pediatra. Quitarle hierro a la anemia es sencillo.