ALERGIA - 3 de agosto de 2021
Existen diferentes insectos que pueden provocar reacciones alérgicas en personas sensibles. En este sentido, los insectos más importantes son los himenópteros y en su grupo se incluyen fundamentalmente las avispas, las abejas y las hormigas. Entre todos ellos suman alrededor de doscientas mil especies. Las tres superfamilias pueden provocar reacciones alérgicas graves en el ser humano. Los himenópteros más problemáticos son los véspidos (avispas) y los ápidos (abejas).
Se caracterizan por tener dos pares de alas, tres pares de patas y un par de antenas. Generalmente tienen unas mandíbulas para morder (avispas) aunque también pueden estar adaptadas para por ejemplo chupar (abejas). Las hembras tienen transformado su aparato ovopositor en aguijón, que clavan tanto para atacar como para defenderse de sus potenciales enemigos. Al clavarlo, inyectan un veneno que en la mayoría de los seres humanos producen una reacción tóxica no inmunológica. El aguijón de las avispas es liso, con lo que un mismo individuo puede picar varias veces, cosa que no ocurre con las abejas, cuyo aguijón aserrado permanece en el punto de picadura una vez clavado.
Los himenópteros responsables de la inmensa mayoría de picaduras son la abeja de la miel, la avispa papelera y la avispa terriza (sus colmenas están bajo tierra).
Hoy en día se estima que entre un 9-28% de la población general presenta pruebas de alergia positivas frente al veneno de himenópteros. Esta sensibilización se detecta en aproximadamente el 30-40% de individuos que han sufrido picadura.
Hay datos que indican que el 56,6% al 94,5% de la población adulta ha sido picada al menos una vez en su vida. Aunque las reacciones sistémicas graves en España son poco frecuentes, debemos tener en cuenta que es una enfermedad potencialmente mortal. Se calcula que en la Unión Europea hay alrededor de 200 muertes anuales por picadura de himenópteros.
Pero esta enfermedad no solo afecta al paciente al estar en peligro su vida por un posible shock anafiláctico. También les afecta en su día a día y en el de sus familiares, debido a la ansiedad y angustia que les puede llegar a generar. En este aspecto, se ha visto que el tratamiento mediante inmunoterapia mejora su calidad de vida mucho más que en las personas que llevan tan solo un autoinyector de adrenalina como tratamiento de rescate.
SÍNTOMAS
Hay varios tipos de reacciones posibles tras las picaduras de himenópteros, con síntomas a veces similares. Las reacciones se pueden dividir en dos grandes grupos: no inmunológicas e inmunológicas (alérgicas).
Las reacciones no inmunológicas son respuestas de los tejidos a los componentes del veneno del insecto. Aparecen entre las 24 y 48 horas posteriores a la picadura, con una inflamación de menos de 10 cm alrededor del sitio de la picadura, y un dolor más o menos intenso. Rara vez se generalizan, y cuando lo hacen el cuadro suele ser leve.
Las reacciones alérgicas pueden dividirse a su vez en reacciones locales o reacciones sistémicas.
Las reacciones alérgicas tras picaduras de himenópteros pueden graduarse:
TIPO DE REACCIÓN |
SINTOMAS |
Local grande |
Hinchazón >10 cm durante >2 días |
Menor |
Picor, urticaria, edema, malestar, ansiedad |
General |
Opresión en el pecho, palpitaciones, mareo, náuseas, dolor abdominal |
Severa |
Somnolencia, dificultad respiratoria, vómitos, diarrea, incontinencia |
Anafiláctica |
Confusión, caída de la presión arterial, sensación de muerte inminente, inconsciencia, cianosis, muerte |
Cuando un paciente ha presentado una reacción generalizada después de la picadura de un himenóptero, el riesgo de presentar una reacción similar o más grave es aproximadamente del 60% y viene condicionada por los siguientes aspectos:
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de alergia al veneno de los himenópteros se establece mediante una historia clínica de reacción alérgica del paciente tras una picadura, y un estudio alergológico de sensibilización alérgica frente al veneno, lo cual se determina mediante pruebas cutáneas. Está indicado en pacientes que han sufrido una reacción generalizada con la picadura de un himenóptero y en algunos pacientes con reacciones locales extensas, con alta exposición y/o mala calidad de vida.
La historia clínica analiza los síntomas presentados tras una picadura, y estos permiten conocer el riesgo de reacciones con futuras picaduras en un determinado individuo. En la historia clínica interesan todos los detalles en torno a la reacción, y habrá que responder a 3 cuestiones fundamentales: insecto responsable, tipo de reacción: alérgica o no alérgica, y riesgo del paciente en sucesivas picaduras. Muchas veces la identidad del insecto no llega a conocerse y es en estas ocasiones cuando son de gran ayuda las pruebas cutáneas. Estas son test diagnóstico de mayor sensibilidad y es suficiente para llegar al diagnóstico. Las pruebas cutáneas se realizan al menos dos semanas después de la picadura para evitar falsos negativos.
Se puede ser alérgico a las abejas y a las avispas, pero no es lo normal, ya que hay muchas diferencias en los alérgenos de sus respectivos venenos.
En un próximo artículo os hablaremos del tratamiento de este tipo de alergia, la inmunoterapia y las medidas de evitación de estos insectos.
Y recuerda que, si tienes cualquier duda sobre alergia, puedes preguntar al experto de la web tengoalergia.es.
Y si quieres conocer todos los beneficios de la inmunoterapia sublingual, puedes ir al canal de Instagram (https://www.instagram.com/vivirsinalergia/)
Fuentes:
Redactado por:
Conectando Pacientes