Alergia a los alimentos

Antes de explicar la alergia a los alimentos, debemos distinguir que no es lo mismo que la intolerancia alimentaria. Ambas afecciones poseen diferentes causas y síntomas. Las alergias alimentarias se producen cuando el cuerpo y el sistema inmunitario reaccionan, en pocos minutos u horas, de una manera anómala a determinados alimentos que normalmente son inofensivos. La alergia alimentaria es una de las causas más frecuentes de la anafilaxia. Además, la evitación de los alimentos causantes de la alergia puede producir desequilibrios dietéticos. En cambio, la intolerancia alimentaria no afecta al sistema inmunitario y las personas que la padecen puede ingerir pequeñas cantidades de esos alimentos sin experimentar síntoma alguno.

Se estima que más de 1.300.000 personas en España, alrededor de un 3% de la población, padecen alguna alergia alimentaria. Por delante de la alergia a los frutos secos, los alimentos que más alergia producen son las frutas. El 60% de las reacciones alérgicas producidas por frutas se debe a una proteína llamada LTP, o proteínas de trasferencia de lípidos. Estas son proteínas de defensa localizadas principalmente en la de la piel. Una de las primeras frutas en las que se describieron fue en el melocotón.

Los alimentos implicados en la alergia a la LTP varían dependiendo de cada paciente. Los más comunes son las frutas rosáceas (melocotón, manzana, albaricoque, cereza, ciruela, fresa…), frutos secos (nueces, avellanas…), leguminosas (cacahuete, lentejas…), tomate, lechuga, espárragos, naranja, maíz….

Las reacciones alérgicas por LTP son habitualmente graves. Normalmente los síntomas vienen precedidos de picor inmediato en labios y boca al contacto con el alimento, cosquilleo, hormigueo… Tras esto, algunos síntomas que pueden aparecer son náuseas, vómitos y diarrea, urticaria o asma. Si la reacción alérgica es fuerte puede llegar a producir anafilaxia en el paciente. Las personas que padecen alergia a los alimentos, además de los síntomas físicos, pueden padecer otros síntomas más emocionales, como son:

• Estrés y frustración debidos a tener que estar siempre atentos a los ingredientes de las comidas
• Inquietud en determinadas circunstancias sociales
• Necesidad de ser “normal”, debido a la incomprensión o ignorancia sobre la alergia alimentaria del resto de personas
• La calidad de vida de estas personas alérgicas puede ser peor que la de otras personas con enfermedades más graves, como la diabetes.

El paciente que sufre este tipo de alergia debe evitar totalmente los alimentos causantes de su enfermedad. Esto supone un importante trastorno en la vida diaria del paciente y de su entorno, así como un posible déficit nutricional cuando están implicados varios grupos de alimentos.

El tratamiento para la alergia a los alimentos es inmunoterapia sublingual específica. Este tipo de inmunoterapia está indicada, siempre bajo estricta prescripción y control del especialista, en la alergia al melocotón y frutas rosáceas en general, así como a otros alimentos de origen vegetal, debida a sensibilización por LTP. Si tienes alergia a los alimentos de origen vegetal, consulta al alergólogo quien te indicará el tratamiento más adecuado en tu caso.

Y recuerda que, si tienes cualquier duda sobre alergia, puedes preguntar al experto de la web tengoalergia.es.

Fuentes:

• Tengoalergia.es
• Declaración Pública sobre la Alergia a los Alimentos y la Anafilaxia de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) de 2013.
• Estudio Alergológica 2015. 3. Libro de las enfermedades alérgicas de la fundación BBVA. 4. Molecular Allergology User´s guide. CO3. EAACI 2016.