Cómo recuperar la microbiota después de las comidas navideñas

Tras las fiestas y eventos navideños, nuestro cuerpo ha tenido cambios corporales, como en nuestra microbiota de la piel o digestiva y síntomas asociados, como dolores de cabeza, digestiones pesadas, acidez, eccemas o acné en la piel, fatiga… Y con estas sensaciones o síntomas tenemos que volver a la rutina, resetear y recuperar nuestro bienestar.

Si esto lo ligamos a los retos de Año Nuevo y la motivación, nos suele costar menos, aunque las pautas que vamos a dar van más enfocadas a cuidarnos desde una escala de grises y ser flexibles y no tanto desde la desconexión de hábitos en etapa navideña y las dietas perfectas en enero. ¡Así que vamos a por las indicaciones!

Lo primero de todo, no ejecutes ningún cambio o pauta que sea complicado de seguir o que vayas a abandonar rápidamente. Este es uno de los errores más frecuentes. Lo segundo, pon orden en tus horarios de comidas y de descanso. Cuando el cuerpo tiene este orden es cuando mejor responde y funciona. Y la tercera pauta, pon foco en añadir nutrientes y alimentos saludables y no tanto en restringir o reducir. Te van a seguir apeteciendo dulces o alimentos muy apetitosos así que ve haciendo los cambios de forma progresiva para que tu paladar se vaya a acostumbrando a sabores naturales. Estas son las 3 bases importantes y fundamentales necesarias para que el resto de indicaciones den mejores resultados.

Una vez hemos ido poniendo en marcha estos 3 factores los primeros 10 días o primeras dos semanas, continúa con los siguientes que mencionaremos a continuación:

Entre ellos, dejar un espacio de 3-4hrs entre tomas y un ayuno nocturno de 10-12hrs ayudará a que ese “camión de la basura” pase limpiando nuestras paredes digestivas, regenerando bacterias buenas y bajando la hinchazón, inflamación u otros síntomas. Puedes incluir entre tomas agua, infusiones o tés para también ir recuperando esa hidratación tan necesaria después de las fiestas. En Navidad aumenta la ingesta de sal, azúcar y alcohol y disminuye la de agua provocando deshidratación general, piel seca, mucosas internas también secas con sus síntomas y, por ende, es necesario ir recuperándola gradualmente.

Incluye variedad de colores en las frutas y verduras ya que cada una contiene diferentes antioxidantes. Las verdes van a ayudarnos al metabolismo y a ese aumento de grasa y pérdida de músculo que probablemente se haya producido; las moradas, al sueño y descanso; las amarillas y naranjas, al cabello, vista, piel y mucosas que acompañaremos de esa hidratación; las blancas a la salud cardiovascular que nos ayudarán a ir volviendo a la forma física en el entrenamiento, así que inclúyelas todas y en cantidad suficiente.

No te olvides de la proteína ni de la grasa saludable ya que la proteína ayuda a mantener la masa muscular, el metabolismo y la regulación de hormonas, y la grasa es el potente antiinflamatorio que vamos a necesitar. Para ello, a lo largo de la semana acuérdate de introducir huevos, frutos secos, semillas, legumbres, aceite de oliva, aguacate, pescados azules, pollo, pavo…

Marca objetivos semanales y realistas y no establezcas absolutamente todos los cambios la primera semana con la motivación de la vuelta ya que eso ligado a las tareas del hogar, el trabajo, la familia… probablemente produzca estrés y ansiedad y lejos de sumar salud, la restemos. Recuerda que son hábitos que hay que mantener, así que poco a poco.

Mireia Elías, Dietista-Nutricionista Col.MAD00190 y fundadora de Alimentación 3S.