CELIAQUÍA - 8 de diciembre de 2024
Actualmente el único tratamiento existente para la enfermedad celiaca es la adherencia estricta a la dieta sin gluten de por vida. Si los pacientes no son diagnosticados de forma temprana o no siguen correctamente la dieta y consumen gluten de forma continuada pueden aparecer patologías asociadas. Aunque poco conocida y común, una de las patologías asociadas a una mala adherencia a la dieta sin gluten es el cáncer.
¿Qué relación existen entre la enfermedad celiaca y el cáncer?
Lo primero de todo, es importante destacar que el cáncer es una de las complicaciones menos frecuentes y se da principalmente en pacientes celiacos no diagnosticados o que no siguen correctamente la dieta sin gluten.
Cuando una persona celiaca consume gluten se activa su sistema inmunitario y tienen lugar diferentes procesos inflamatorios. Si la ingesta de gluten se mantiene en el tiempo, ya sea por diversas transgresiones de la dieta o por un diagnóstico tardío, el paciente experimenta un proceso inflamatorio crónico. Son los procesos inflamatorios crónicos los que están estrechamente relacionados con el desarrollo del cáncer.
Cuando se activa el sistema inmunitario, por ejemplo durante una infección, se liberan diferentes sustancias que buscan combatir el patógeno y sanar el tejido dañado. Si esta activación es constante y la inflamación persiste, como es el caso de los pacientes celiacos que consumen gluten, las sustancias liberadas durante un largo tiempo favorecen un entorno propicio para que desarrollen procesos malignos y se aumente el riesgo de cáncer. Esto se debe a que pueden inducir cambios en las células normales favoreciendo la proliferación celular descontrolada y la supervivencia de células dañadas, las cuales pueden transformarse en células cancerosas.
Algunos ejemplos son:
Linfoma intestinal: es el tipo de cáncer más asociado con la enfermedad celiaca. Está relacionado con el sistema linfático.
Adenocarcinoma del intestino delgado: es otro tipo de cáncer que puede aparecer. Se origina en las células glandulares del revestimiento del intestino delgado. Es menos común que el linfoma.
Cáncer en otros órganos: algunas investigaciones han sugerido que también puede existir un mayor riesgo en desarrollar cáncer en otros órganos, como el esófago, el colon y el hígado.
Otros factores de riesgo
Hay diferentes riesgos que pueden influir en el riesgo individual de cada paciente, como:
La genética juega un papel importante tanto en el desarrollo de la enfermedad celiaca como en el riesgo de desarrollar cualquier tipo de cáncer.
El tiempo que el paciente se ha expuesto al consumo de gluten. Una exposición prolongada aumenta el daño intestinal, la respuesta inflamatoria y, por tanto, el riesgo de desarrollar complicaciones asociadas a la enfermedad celiaca, incluyendo cáncer.
Infecciones intestinales. Las infecciones persistentes en el intestino pueden aumentar la inflamación y el daño, aumentando la predisposición a la formación de células cancerosas.
Deficiencias nutricionales. La malabsorción de nutrientes esenciales debido al daño intestinal puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de cáncer.
La importancia de la dieta sin gluten
¡Recuerda! La dieta sin gluten es el único tratamiento para la enfermedad celiaca. Esto no solo alivia los síntomas, sino que reduce el riesgo de desarrollar diferentes patologías asociadas. Aquí algunos motivos por lo que es esencial adherirse a la dieta sin gluten:
Reparar el daño intestinal y reducir la inflamación. Al eliminar el gluten no se produce la respuesta inmunitaria, por lo que se reduce la inflamación intestinal y las vellosidades intestinales se recuperan.
Absorción de nutrientes. Una vez que el intestino está sano, puede absorber correctamente los nutrientes de los alimentos, mejorando la salud general y la función inmunológica.
Prevención de complicaciones. Al evitar la activación del sistema inmunitario y la inflamación crónica, disminuye el riesgo de cambios celulares que pueden llevar al cáncer.
Actualmente no existe un protocolo para el cribado de cáncer intestinal en pacientes celiacos. Sin embargo, sí se han identificado síntomas de alarma que deben hacer pensar en diagnosticarlas lo más precozmente posible como: dolor abdominal, diarrea persistente a pesar de seguir correctamente la dieta sin gluten, presencia de sangre en heces, hemorragia, pérdida de peso y síndrome oclusivo intestinal.
Autora: Teresa Bermejo – Departamento de comunicación e investigación científica de FACE
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