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Alergia a los animales: cómo convivir con mascotas

ALERGIA - 13 de marzo de 2025

En España hay más de 30 millones de mascotas, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía. Sin embargo, estar cerca perros, gatos u otros animales puede provocar síntomas de alergia. Pero ¿por qué ocurre? ¿Se puede prevenir? Y, sobre todo, ¿es posible convivir con un animal si se es alérgico?

Contrario a la creencia popular, el pelo de las mascotas no es el principal culpable de la alergia a los animales. La verdadera causa son ciertas proteínas presentes en la saliva, la orina y las células muertas de la piel. Estas sustancias, imperceptibles al ojo humano, se adhieren al pelo y se dispersan por el aire, depositándose en muebles, ropa o alfombras.

Los gatos son los animales que generan más alergenos, especialmente por la proteína Fel d 1, presente en su saliva y glándulas sebáceas. En perros, las proteínas Can f 1 y Can f 5 son las más comunes. Otros animales también pueden desencadenar reacciones alérgicas, como los roedores, caballos o incluso aves. Ningún animal, aunque no tengan pelo, es 100% libre de alergenos, aunque algunas razas producen menos proteínas alérgenas.

La alergia a los animales se manifiesta de formas diversas, dependiendo de la exposición al alergeno y sensibilidad de cada persona. Puede aparecer a cualquier edad, incluso tras años de convivencia con mascotas. Los síntomas más frecuentes incluyen problemas respiratorios (estornudos, congestión nasal, tos seca, picor en garganta y asma), reacciones cutáneas (urticaria, eccemas o enrojecimiento de la piel) y problemas oculares (lagrimeo, hinchazón y enrojecimiento ocular, conjuntivitis). En los casos más graves, se puede llegar a producir una anafilaxia, una reacción grave que requiere atención urgente.

El tratamiento es personalizado y depende de la gravedad de los síntomas. Las opciones más comunes son:

Evitar el contacto con la mascota: es la medida más efectiva y que deben aplicar todos los pacientes, aunque no siempre es viable debido a los lazos emocionales con el animal.
Medicación sintomática: Antihistamínicos, corticoides o colirios para aliviar los síntomas
Inmunoterapia: tratamiento que modifica la respuesta inmunológica a largo plazo.

Si la persona alérgica opta por mantener el animal en casa, algunos consejos para reducir la exposición a los alergenos son:

Intentar tocar a la mascota lo menos posible. Lavar siempre los ojos y la cara tras acariciarla.
Aspirar suelos y muebles con filtros HEPA, lavar la ropa de cama semanalmente y evitar alfombras y moquetas.
Ventilar la casa a diario, especialmente el dormitorio, y utilizar purificadores de aire con filtros que ayudan a capturar partículas alergénicas en el ambiente.
Mantener a la mascota fuera del dormitorio y espacios donde se pase mucho tiempo.
Bañar al animal regularmente. Consulta con un veterinario la frecuencia adecuada para no dañar su piel, y usar lociones para evitar la caída de caspa del animal.
Limpiar frecuencia las camas y cojines del animal.
Considerar la castración de los gatos para reducir la producción de alérgenos

Vivir con alergia a los animales no implica necesariamente renunciar a las mascotas. Con un manejo adecuado y supervisión médica, es posible minimizar los síntomas y disfrutar de su compañía. No obstante, en casos severos, se recomienda valorar cada situación de forma individualizada, siempre guiada por un especialista.

Bibliografía consultada: