Quizá eres de esas personas que más de una vez se ha propuesto al comenzar el año ponerse en forma, pero que siempre le ha dado un poco de pereza salir de casa los días de lluvia y ha preferido quedarse en el sofá. O de las que siempre encuentra una excusa para no salir a correr, como la de que hace demasiado frío en la calle. Si eres de ese tipo de personas, en este artículo te vamos a contar seis trucos para que no te puedas poner ninguna excusa más durante los meses de invierno.
- Equípate de manera adecuada. Lo más básico y principal es llevar la ropa adecuada con el deporte que vayas a practicar y a las bajas temperaturas a las que te enfrentas. Es muy recomendable que te pongas varias capas para que cuando empieces a tener calor durante el ejercicio puedas ir quitándotelas poco a poco y no llegues a sudar demasiado, porque si la ropa se humedece y se enfría puedes coger un buen refriado. Para el tema de la sudoración, también es importante tener en cuenta que los tejidos sean lo más transpirables posible.
- El calentamiento es más importante que nunca. Durante el invierno esta parte del entreno es vital y tienes que dedicarle más tiempo que en otras épocas del año. Con las bajas temperaturas, los músculos están más contraídos y entumecidos. De esta forma, conseguirás que poco a poco entren en calor y evitarás lesionarte.
- No te olvides de la hidratación. Aunque en los meses de calor es cuando más líquidos podemos perder por el sudor provocado por el ejercicio y las altas temperaturas, en los de frío también se suda y es muy importante mantener el cuerpo bien hidratado.
- Haz deporte en las horas menos frías. Si en verano lo recomendable es salir a hacer deporte a primera hora de la mañana o a última de la tarde, en invierno ocurre lo contrario, el mejor momento son las horas centrales del día en las que las temperaturas son algo más cálidas.
- Tu piel también sufre. Con las bajas temperaturas y las rachas de viento polar características del invierno, lo normal es que tu piel tienda a secarse, por ello, es realmente importante que tanto antes como después de salir a hacer deporte, la hidrates bien.
- Además, y por extraño que parezca, el final del verano no significa que debas guardar hasta el año siguiente la crema solar. Si vas a practicar algún deporte de nieve o sales a correr un día en el que haya amanecido todo nevado, debes proteger tu piel también porque la luz del sol se refleja en la nieve y se produce un efecto lupa con el que te puedes quemar, igual que en verano.
- Ten en cuenta el post-entrenamiento.
- Cuando estés terminando tu sesión de ejercicio no pares de golpe, del mismo modo que el cuerpo necesita un calentamiento para coger temperatura, también necesita un proceso de enfriamiento.
- Para evitar lesiones, resulta muy importante hacer estiramientos cuando termines de hacer deporte, pero como todo, tiene su debido momento, en sesiones suaves puedes hacer estos ejercicios en cuanto acabes, mientras que en las intensas debes esperar un poco para evitar desgarros musculares. Además, hacer estiramientos después del ejercicio hará que tengas menos agujetas después.
- Es muy común que cuando llegues a casa, tengas las manos o los pies muy fríos debido a las bajas temperaturas del invierno, pero debes evitar caer en la tentación de meterlos en agua muy caliente porque puedes dañar los tejidos. Por ello, hay que ir poco a poco subiendo la temperatura del agua.