VIDA SALUDABLE - 29 de agosto de 2019
Digestiones pesadas, dolor de estómago, flatulencias, estreñimiento o diarrea… ¿Tienes estos síntomas después de haber tomado lácteos? Quizá sufras intolerancia a la lactosa. ¿Sabes en qué consiste y cómo evitarla? Te lo explicamos en este artículo.
Los lácteos, tanto la leche como sus derivados, contienen un azúcar denominado lactosa. Para digerirla bien tu organismo tiene que generar una enzima, la lactasa. Si no logra generar la suficiente lactasa para digerir la lactosa, aparece la intolerancia.
Si sospechas que tú o tus hijos podéis sufrir esta intolerancia, no dudes en acudir a tu médico. Una sencilla e indolora prueba te sacará de dudas. Evitar ingerir lactosa acabará con el problema.
Así de sencillo siempre y cuando extremes las medidas de protección. Para un intolerante a la lactosa, la lectura del etiquetado de los alimentos resulta fundamental. Muchos productos que no imaginas contienen lactosa. Tienes que tener especial cuidado con los siguientes:
La respuesta es no. Encontrarás en el mercado una amplia gama de productos como los que figuran en el apartado anterior pero libres de lactosa y con el mismo sabor.
En definitiva, un diagnóstico certero y una cuidada lectura del etiquetado de los alimentos te permitirán mantenerte alejado de la lactosa.
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