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Hábitos Bien Construidos Y Mal Construídos ¿Cuáles Son Las Claves Para Mantenerlos?

VIDA SALUDABLE - 28 de marzo de 2024

Prometidísimo, el 1 de enero dejo de fumar”, “tendría que sacar más tiempo para mí”, “el lunes empiezo a comer bien”, “este año seré más ordenada” …

¿Nos suenan verdad? Enero es por excelencia el mes de los propósitos y nuevas metas. Hacemos balance y aprovechamos el cambio de año para coger aire y cargarnos de energía que nos propulse a cumplir los objetivos que arrastramos año tras año.

No es raro que en nuestra lista de deseos siempre haya uno que se repita. Ese hábito o cambio que cogemos con muchas ganas al inicio de enero pero que según transcurren los meses va perdiendo fuerza. Y vuelta a empezar.

¿Por qué nos pasa esto? ¿Qué diferencia un hábito sólido y bien construido de aquel que se desvanece con el paso del tiempo?

En este artículo queremos trasladarte cuáles son las claves principales para garantizar que un cambio de hábitos sea sólido y se mantenga contigo.

Vamos a ello:

  1. Primera clave.

Spoiler: La motivación no es tan importante

Vivimos en la sociedad del esfuerzo. Tenemos muy asumido que cualquier hábito que queramos instaurar en nuestra rutina tiene que ser a base de fuerza de voluntad, disciplina, y exigencia.

Desde luego que la motivación nos lo pone mucho más fácil, pero aquí no está la clave. La motivación no es más que un estado emocional, un estado de energización que va fluctuando según cómo nos encontremos de ánimo, cómo hemos dormido esa semana, lo que nos está pasando… En definitiva, la motivación es estupenda para tener fuerza, pero no podemos depender solo de ella porque no siempre la controlamos.

Por ejemplo, ¿verdad que no estás siempre motivado para sacar a tu mascota o ir a trabajar?

  1. Segunda clave

Ten un MUY BUEN motivo

Iniciar un hábito suele ser sencillo ya que estamos motivados. Por ejemplo, es aquí cuando nos compramos la última equipación para hacer deporte o la agenda más bonita del mercado para organizarnos mejor. Estamos preparados y motivadísimos para el cambio.

Pasado un tiempo, la cosa se complica y ciertas situaciones suponen todo un desafío para el compromiso con nosotros/as mismos/as. Por ejemplo, aquí aparece esa reunión de última hora que coincide con la clase del gimnasio a la que nos habíamos apuntado. ¿Entonces qué?

La diferencia la marcará tener un buen motivo. Ser muy consciente de el para qué hacemos las cosas. Esto nos ayudará en los momentos de más duda y dificultad.

Por ejemplo, tener muy presente que ir a esa clase de deporte no es simplemente hacer ejercicio, para nosotros/as podría significar dar un ejemplo a nuestros hijos, poner nuestra salud en primer lugar o ser coherente con nuestros valores.

  1. Tercera clave

Se realista en tus propósitos

Tendemos a plantearnos metas a lo loco. “Este lunes empiezo a salir a correr todas las mañanas”. ¿Tu rutina es capaz de sostener esa promesa? Es importante que seamos muy cuidadosos a la hora de proponernos algo y valorar si por mucho que nos gustaría hipotéticamente hacerlo, es realmente factible.

Buscar metas que se ajusten a nosotros/as y nuestro ritmo hará que podamos cumplirlas, que nos sintamos mejor con nosotros/as mismos/as y que nos animemos a seguir mejorándolas poco a poco.

  1. Cuarta clave.

Se concreto/a

Hay que evitar al máximo los planteamientos abstractos como “voy a cuidarme este año”. Ayuda mucho proponer acciones específicas. ¿De qué manera concreta puedes cuidarte más este año?

Por ejemplo, “me propongo cuidarme yéndome a dormir 1h antes”. Cuanto más concreta sea la propuesta, más fácil de cumplir.

  1. Quinta clave

Paso a paso. Propósito tras propósito.

Hasta el más pequeño de los cambios implica todo un reajuste de dinámicas y rutinas. Ve poco a poco, uno a uno.

Como sociedad nos encanta hacer “borrón y cuenta nueva” y empezar haciendo un détox de todas las cosas que queremos cambiar. Sin embargo, a nivel psicológico cambios tan bruscos no suelen sostenerse por mucho tiempo y lo más probable es que te agotes y vuelvas a dinámicas antiguas. Por ello, elige 1, márcate unos pasos alcanzables y ve poco a poco.

Como puedes observar no es cuestión de fuerza de voluntad sino maña. Te animamos a que pruebes con estas técnicas y notes la diferencia. Avanzarás más lento pero los pasos y cambios que des se mantendrán a futuro.

Redactado por:

Ana López Alonso

Psicóloga General Sanitaria Col. M-35894 en Alimentación 3S.

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