Los 7 alimentos que tienes que controlar durante el embarazo

Durante el embarazo, la madre experimenta una larga lista de cambios, tanto físicos, como hormonales que hacen que su cuerpo cambie por completo durante los nueve meses que dura la gestación. Sin embargo, los cambios no se quedan ahí, sino que, para que todo se desarrolle como es debido, la madre tiene que llevar a cabo una serie de pautas que cambian, entre otros, sus hábitos alimenticios y no, no nos referimos a la falsa creencia de que hay que comer por dos.

Como en casi cualquier aspecto relacionado con nuestra salud, la alimentación de la futura mamá durante el embarazo juega también un papel muy importante en el correcto desarrollo y el bienestar del bebé. En concreto, son siete los alimentos a los que tienes que prestar especial atención si estás embarazada:

• Lava a conciencia la fruta y la verdura cruda. De la misma manera que, en tu estado normal, siempre lavas la fruta y la verdura antes comértela, estando embarazada has de tener aún más cuidado por el bien de tu salud y la del bebé que esperas. Por ello, hay lavar bien la fruta y la verdura con agua, a la que le puedes añadir unas gotas de lejía apta para uso alimentario, y, si vas a comer fuera de casa, evita comer estos productos porque no siempre tenemos la seguridad de que estén bien lavados.
   
• Nunca hay que bajar la guardia con el anisakis. No olvides que este parásito puede estar presente en cualquiera de los pescados y mariscos que consumimos habitualmente, por ello, presta atención y sigue las recomendaciones básicas para evitar que te parasite.
   
• La carne poco cocinada también tiene sus riesgos. Si con el pescado y el marisco tienes que prestar atención al anisakis, durante el embarazo, no debes descuidarte con la toxoplasmosis. Al comienzo del embarazo, te harán (o te habrán hecho, si estás embarazada) mediante un análisis de sangre la prueba para conocer si ya has pasado la enfermedad. Si el resultado es negativo, significa que aún no la has tenido y que deberás evitar el consumo de carne cruda o poco cocinada para no contraerla durante la gestación.
  Mucha gente sufre esta patología provocada por un parásito sin darse cuenta porque se puede confundir con un catarro o con una gripe, pero si un feto es infectado, puede tener graves complicaciones.
   
• Congela previamente el embutido. La sombra de toxoplasmosis también se refleja sobre los embutidos. Mientras que con los fiambres cocidos bajos en grasa como el pavo o el jamón cocido no tienes por qué preocuparte, con los embutidos curados debes tener especial cuidado ya que no están cocinados con calor y pueden portar el parásito. Por suerte para ti esto tiene solución. Si lo congelas durante al menos 48 horas a menos 20 grados antes de consumirlo, podrás comerlo sin correr ningún riesgo para tu bebé.
   
• Mayonesa casera o huevos crudos, prohibidos. Una salmonelosis puede traerte graves problemas de salud tanto a ti como al bebé que esperas, por eso es mejor que durante los nueves meses de embarazo te olvides de ellos.
   
• De ninguna manera tomes los lácteos sin pasteurizar. Seguro que habrás oído hablar de la listeriosis. Para evitar correr riesgos de contagio, retira de tu dieta cualquier tipo de lácteo que no haya pasado por el proceso de pasteurización correspondiente.
   
• Cuidado con el café, las bebidas carbonatadas y la sal. Para evitar problemas de insomnio, gástricos y lograr una buena absorción de calcio, no conviene que consumas cafeína en exceso (no más de una o dos tazas de café diarias) y rehúye de las bebidas con gas. Para mantener la tensión arterial idónea, no abuses tampoco de la sal en las comidas.