VIDA SALUDABLE - 8 de enero de 2023
En el siglo XXl, parece que estar estresado está de moda. ¿Quién no está estresado? Compaginar el trabajo, con los estudios, la familia, los amigos, el deporte, las tareas domésticas…parece todo un reto poder encajar todas las piezas de este entramado que llamamos vida sin olvidarnos de ninguna, sin que una parte se vea más perjudicada que otra.
Estamos tan acostumbrados a esto, que lo hemos normalizado, y nos hemos incluso olvidado de qué significa el estrés.
“El estrés es una tensión provocada por una situación agobiante que origina reacciones psicosomáticas”
¡Así es! Es una respuesta adaptativa de nuestro cuerpo, que se desarrollaba ya en la edad prehistórica cuando el hombre tenía que cazar o se encontraba en peligro y su vida dependía de ello. El hombre ha evolucionado manteniendo esta sensación de alerta ante una situación desafiante, pero lo que antes se conocía como un estado puntual, que cedía al desaparecer el estímulo, ahora no es así, y hablamos de estrés crónico.
El estrés crónico es considerado la enfermedad del siglo XXl, según expertos, que lo atribuyen al estilo de vida tan frenético de la actualidad y que provoca multitud de enfermedades.
Este estrés crónico supone una situación de inflamación del cuerpo, que provoca una bajada de defensas, aparición de acné, un aumento de la presión arterial, depresión y muchas otras enfermedades mentales, pérdidas de memoria, alteraciones de la microbiota y una mayor permeabilidad intestinal. Es decir, conlleva trastornos fisiológicos, psicológicos y sociales, que influyen en el estado de ánimo.
En un principio, este estado de alerta, despierta sensaciones positivas como aumento de la energía, pero al cronificarse, ocurre todo lo opuesto. Niveles elevados y prolongados de estrés, suponen mayor irritabilidad por sensación de agotamiento y desbordamiento, que pueden conducir a la ansiedad.
Sabiendo todo esto y las consecuencias que supone para nosotros y nuestro cuerpo, vamos a ponerle freno, ¿no?
¿CÓMO PODEMOS MEJORAR NUESTRA RELACIÓN CON EL ESTRÉS?
Técnicas de relajación, terapia psicológica, autocuidado, practicar deporte, tiempo de ocio… seguro que todo esto te viene a la cabeza al pensar en remediar este estrés y notar así también una mejoría del estado de ánimo.
¿Y LA ALIMENTACIÓN? ¿HAY RELACIÓN ENTRE LA ALIMENTACIÓN Y EL ESTRÉS Y ESTADO DE ÁNIMO?
¡Claro que sí! Toma nota, ya que los nutrientes presentes en los alimentos son el motor que nos mueve y la fuente de nuestra energía, así que siempre serán nuestra prioridad. Además, en la situación de estrés y bajo estado de ánimo no afecta a todos por igual. Por un lado, hay gente que tiene menos apetito, y por el otro, están aquellos que responden comiendo más. ¡Así que incluso estos afectan a nuestra saciedad y apetito, y a qué elecciones alimentarias hacemos!
Supongo que no es la primera vez que escuchas que el chocolate negro influye en la felicidad, ¿pero sabes a qué es debido esto? El cacao, aumenta los niveles de serotonina, la conocida hormona de la felicidad. Por lo tanto, actúa como antidepresivo natural y disminuye los niveles de estrés.
¿Pero es el único alimento o hay alguno más que debamos saber?
¡Intentemos poner freno a esta enfermedad del siglo XXl manteniendo buenos hábitos y una dieta variada y equilibrada, sin olvidar de incorporar los alimentos anteriores!
Más información en Alimentación 3S.
Redactado por:
Sandra Ruiz Maymó
Dietista-Nutricionista en Alimentación 3S. Nº Col. MAD00952