¿Qué son y para qué sirven los alimentos funcionales?

Quizás hayas oído hablar de los alimentos funcionales, pero ¿sabes realmente cuáles son? En este artículo te explicamos qué productos se incluyen en esta categoría y los pros y contras de consumirlos.

Se denominan alimentos funcionales aquellos que han sido modificados para mejorar la salud de la persona que los toma, bien porque en su forma tradicional no podría tomarlos, por sufrir alguna alergia, o bien porque han sido enriquecidos para que sean más nutritivos. Se pueden realizar bien eliminando o bien añadiendo algún componente:
 

Eliminación de un componente

En algunos casos se elimina algún componente para que personas que sufren alguna enfermedad relacionada con la alimentación lo puedan tomar. Es el caso de los productos destinados a las personas celiacas de los que se elimina el gluten. Lo mismo ocurre con la lactosa, eliminada de los lácteos para que los intolerantes a ella los puedan consumir, o los productos categorizados como light, donde se elimina una proporción de la grasa total.
 

Adición de un componente

También son alimentos funcionales aquellos en los que se añaden vitaminas o proteínas para que sean más saludables. Es el caso de las leches enriquecidas con Omega 3 o con calcio. Puede que incluso se utilicen componentes que no tengan de manera natural esos alimentos, concentrando en un solo producto las cantidades diarias recomendadas que solo se podrían obtener combinando dos o más tipos de alimentos distintos. Es el caso de los cereales multivitamínicos, enriquecidos con multitud de vitaminas artificiales.

Es necesario ser precavido a la hora de escoger este tipo de alimentos, ya que, aunque la mayoría de las personas los toman por necesidades específicas como alergias a la lactosa o el gluten, las propiedades de estos alimentos no siempre son nutritivas. Es el caso de los alimentos enriquecidos con fibras, que son ideales para regular el tránsito intestinal, pero no aportan mucho valor nutricional.

Los alimentos funcionales son ideales para suplir algunas carencias esporádicas como las que se dan en las siguientes circunstancias, pero hay que tener en cuenta que este tipo de alimentos no sustituyen una dieta equilibrada y que es mucho más sanos tomar vitaminas y nutrientes que se encuentren en los alimentos naturales:

• Embarazo. Se recomienda tomar alimentos enriquecidos con ácido fólico, hierro o ciertas vitaminas que son muy importantes en esta etapa para la correcta formación del bebé y la salud de la madre.
• Como antioxidante, necesarios para frenar el envejecimiento celular. Son buenos para las personas mayores o con algunas enfermedades degenerativas.
• Alergias e intolerancias. Las alergias al gluten o a la lactosa, por ejemplo, requieren el uso de alimentos funcionales específicos en los que se ha eliminado este componente.
• Falta de energía. Algunos alimentos están enriquecidos con ciertos minerales como hierro, magnesio o fósforo, que te ayudarán en momentos específicos donde necesites más energía.
• Problemas intestinales. Los alimentos con aportes extra de fibra son ideales en el caso de sufrir estreñimiento.

Nuestro consejo, como siempre hacemos, es que recurras a una alimentación equilibrada y que la conjugues con la práctica de actividad física. Una buena nutrición y un poco de deporte son el binomio perfecto para añadir salud y bienestar a tu vida.