SALUD PULMONAR - 21 de junio de 2020
Una nueva iniciativa para luchar contra el hábito de fumar ha terminado prohibiendo el tabaco mentolado en España y en el resto de los países miembros de la Unión Europea.
Aunque la norma europea entró en vigor el 19 de mayo de 2014, una moratoria no ha hecho posible que se lleve a cabo de manera real hasta el pasado 20 de mayo, quedando así prohibida la producción y venta de cigarrillos y tabaco mentolado de liar con este “aroma característico”.
Esta prohibición tiene una base sanitaria puesto que, según explica el Ministerio de Sanidad, su sabor y aroma incrementan el atractivo del producto “y existe la falsa percepción de que son más saludables o menos dañinos que el resto de los cigarrillos o tabaco de liar”. Es por eso que muchos fumadores recurren a ellos en lugar de abandonar de manera definitiva este hábito.
Por otro lado, el atractivo de este tipo de tabaco facilita la introducción de nuevos consumidores, especialmente de los consumidores más jóvenes, y supone un impedimento a la hora de dejarlo puesto que disfrazan el característico sabor amargo del tabaco.
Además, las propiedades descongestionantes y refrescantes del mentol enmascaran el efecto irritante, el picor y la congestión de las vías respiratorias provocadas por el humo, haciendo más agradable su consumo y, por ende, más atractivo.
Sin embargo, el sabor no es el único factor que eleva el nivel de dependencia hacia este tipo de tabaco. El mentol tiene un efecto dilatador en los alveolos pulmonares. Esto se traduce en una absorción más rápida de la nicotina del tabaco por parte de quien lo consume. De esta forma, se aumenta de manera indirecta su potencial adictivo y crea mayor dependencia ente sus consumidores, por lo que terminan fumando más.
Esta nueva medida se enmarca dentro de la estrategia global de lucha contra el tabaquismo de los países de la Unión Europea. El primer movimiento se produjo en 2005 con la aprobación de la ley antitabaco, que prohibió fumar en todos los lugares de trabajo y limitaba hacerlo en espacios como bares, restaurantes y hoteles. Años más tarde, en 2010, entró en vigor un endurecimiento de la norma con el que se prohibía directamente fumar en todos los espacios públicos cerrados y en algunos abiertos.
El incumplimiento de esta nueva medida está tipificado como una infracción administrativa grave y podría suponer una sanción de entre 600 y 10.000 euros para quién lo venda.
De este nuevo coto al consumo de tabaco, quedan exentos los cigarrillos electrónicos de sabores, a pesar de continuar siendo objeto de debate por sus posibles efectos en la salud.
En conclusión, el tabaco mentolado aumenta el atractivo del producto y crea una falsa creencia de que más saludable que el tradicional, lo que atrae a nuevos consumidores potenciales, y lo hace más adictivo y dañino a la larga que otros tipos de tabaco.
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