Hipertensión: cuando va acompañada de otros factores

El síndrome metabólico es una situación clínica que puedes ver en qué consiste aquí. Se trata del conjunto de hipertensión, hiperglucemia, resistencia a la insulina, obesidad central y dislipemia. El tratamiento de este síndrome, cada vez más en auge, ha mejorado y avanzado en los últimos tiempos. Consiste en varios pilares:

1. ALIMENTACIÓN:

Es recomendable llevar una dieta alta en grasas saludables con sus diferentes tipos de omega, proteínas de calidad, antioxidantes, micronutrientes, fibra, pre, pro y postbióticos. Reducir o eliminar el alcohol, azúcares, harinas refinadas, aditivos y edulcorantes (aunque no tengan calorías, tienen muchos inconvenientes). Todos esos nutrientes y alimentos incluirlos con variedad dentro de cada grupo.

Es importante evitar el picoteo, dejar pasar 3-4hrs entre tomas y un ayuno de 12-14hrs nocturno. Masticar, comer despacio y de forma consciente.

La ciencia avanza y nosotros con ella. Ya está más que desterrado el mito de la copa de vino y prevención de las enfermedades cardiovasculares y que los lácteos desnatados son mejores. Dos enunciados que están muy lejos de la realidad. Salgamos de esa relación de bajo en calorías es igual a más saludable. Estamos sobrealimentados e infranutridos.

2. MOVIMIENTO DIARIO + ENTRENAMIENTO DE FUERZA:

El cardio no lo es todo, aunque como su propio nombre indica, nos ayuda al sistema cardiovascular, el ejercicio de fuerza es necesario. Combinar ambos favorece una mejor función de la insulina y regulación del azúcar en sangre, pero no solo eso sino porque también mejora toda la parte hormonal haciendo que nuestro tejido graso y su función principalmente endocrina trabajen a nuestro favor. Tener suficiente tejido muscular en nuestro organismo nos ayuda a mejorar la composición corporal e impacta de forma positiva en el tejido graso.

3. OTROS:

Exposición solar, descanso, horarios regulares, disminución del estrés, buena hidratación, contactos sociales…

Cuidando estos pilares de salud conseguiremos mejorar los cinco puntos principales (Hipertensión, Hiperglucemia, Resistencia a la Insulina, Obesidad Central y Dislipemia),

porque regulamos las hormonas y neurotransmisores, mejorando la calidad y cantidad del tejido graso, potenciamos las funciones orgánicas y llevamos a nuestro cuerpo al equilibrio o la homeostasis.