EPILEPSIA - 14 de octubre de 2022
La epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que es ocasionada por una actividad eléctrica excesiva de las neuronas en ciertas áreas de nuestro cerebro. Así, si queremos comprender por qué este trastorno neurológico puede afectar al funcionamiento de nuestro cerebro, y concretamente, a nuestras funciones cognitivas, debemos conocer en primer lugar en qué consiste una crisis epiléptica.
Cuando un paciente de epilepsia sufre una crisis, como manifestación de esta patología, un grupo de neuronas reproduce esa descarga eléctrica inmoderada en el cerebro y, según en qué área sea, tendrá unas consecuencias u otras.
Así, tener una crisis epiléptica aislada no tiene por qué tener consecuencias graves, pero cuando estos ataques se vuelven recurrentes o más duraderos pueden llegar a tener un efecto nocivo en nuestras capacidades cognitivas.
Las funciones cognitivas de nuestro cerebro son las que nos permiten entender el mundo que nos rodea e interactuar con él. Nos referimos así a nuestra capacidad de atención, la memoria, las funciones ejecutivas o del lenguaje. Si bien la mayoría de los pacientes de epilepsia son capaces de tratar y convivir perfectamente con la enfermedad, en algunas ocasiones esto resulta más complicado. Cuando las crisis epilépticas son ocasionadas en algunas áreas del cerebro, como por ejemplo el lóbulo temporal, y son de mayor intensidad, pueden derivar en problemas de memoria y concentración. En el caso de los niños pequeños, es recurrente que puedan ocasionar problemas de déficit de atención.
Así, estos “efectos secundarios” cognitivos de las crisis epilépticas son debidos a la propia enfermedad, es decir, la frecuencia y la duración de las crisis, el tipo, o la zona del cerebro afectada. Pero no solo eso, sino que también los fármacos utilizados para paliar esta enfermedad pueden ocasionar daños cognitivos.
Como hemos visto, las funciones cognitivas son vitales para prácticamente cualquier actividad de nuestra vida diaria y, por ello, las personas con epilepsia deben de prestar especial atención a esos efectos. Una evaluación cognitiva adecuada así como un tratamiento personalizado según las consecuencias de la enfermedad es una parte clave para abordar esta enfermedad de manera multidisciplinar y más eficiente.
En este sentido, contar con una correcta intervención neuropsicológica es esencial para evaluar los daños provocados por la epilepsia y considerar desde posibles intervenciones hasta un cambio de fármaco. Del mismo modo, este especialista podrá ayudarnos con ejercicios de rehabilitación o recuperación de estas funciones cognitivas, una meta clara para mejorar la calidad de vida de los pacientes con epilepsia.
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Redactado por:
Ana Gutiérrez Frutos
N.º. Col. M-33182. Psicóloga General Sanitaria