logo
Inicio > Noticias > esclerosis múltiple > > 5 rutinas para convivir con los síntomas de la Esclerosis Múltiple

5 rutinas para convivir con los síntomas de la Esclerosis Múltiple

ESCLEROSIS MÚLTIPLE - 23 de septiembre de 2022

Cuando recibimos un diagnóstico de Esclerosis Múltiple (EM), la vida del paciente y la de sus familiares cambia por completo. La variedad de síntomas que presenta esta dolencia y su evolución incierta generan siempre una sensación de temor e incertidumbre en los pacientes. Además, el rango tan amplio de consecuencias que trae la EM hace que resulte muy complicado adaptarse física y psicológicamente a la enfermedad. No obstante, aprender a vivir con síntomas es un hecho posible que mejorará las molestias del paciente y beneficiará su calidad de vida. Te contamos a continuación algunas pautas para sobrellevar algunos de los síntomas de la EM y cómo mejorarlos.

  1. Evitar conductas sedentarias.
    La disminución de las actividades diarias y el aislamiento social son riesgos comunes en las personas con EM. Es decisivo que los pacientes recuerden la importancia de hacer ejercicio físico que, a pesar de ser más reducido o adaptado, tiene un impacto determinante en el curso clínico de la enfermedad. Insistir en seguir realizando acciones cotidianas que impliquen movilidad física mejorará así nuestro estilo de vida.
     
  2. Estimulación para mejorar la memoria y la falta de concentración.
    La ralentización del pensamiento y la dificultad para prestar atención son manifestaciones de la EM que pueden ser en algunos casos temporales y reversibles. De este modo, resulta esencial realizar ejercicios de estimulación cognitiva de forma autónoma o, idealmente, bajo asistencia neuropsicológica que nos ayude a mejorar las funciones cognitivas deterioradas, optimizar el uso de las habilidades conservadas y prevenir el potencial deterioro posterior.
     
  3. Atender a la depresión, estrés y otros trastornos psicológicos.
    La EM trastoca nuestras relaciones personales, la autoestima, la vida en pareja o nuestro estado de felicidad. Si bien solemos infravalorar estos cambios habitualmente, lo cierto es que tienen una repercusión clave en la calidad vida del paciente. Por ello, debemos comunicar a nuestro médico tanto los síntomas físicos como los emocionales. Abordar la EM de manera multidisciplinar y estar atentos ante el posible desarrollo de alguno de estos trastornos es una forma de cuidarnos durante la enfermedad.
     
  4. Realizar una rutina de deporte.
    Síntomas como la espasticidad, manifestada comúnmente como la rigidez muscular, es una de las dolencias más típicas entre los pacientes. En este sentido, es buena idea contar con un programa de ejercicios físicos diseñado y supervisado por un médico que mejore las dolencias musculares producidas por la EM. Los últimos estudios destacan los beneficios del trabajo físico con fuerza, de esta manera lograremos también aumentar nuestra tolerancia a la fatiga, otro de los principales síntomas motores de la EM.
     
  5. Contar con familiares, amigos y allegados.
    El grado de discapacidad de un paciente con EM es muy variado, así como su estado físico y emocional cada día. Por esto, es importante que el paciente exprese sus necesidades, haga conocer la enfermedad y sus síntomas y se sienta más comprendido en su círculo social. Este apoyo será una gran ayuda a la hora de sobrellevar los síntomas más duros de la enfermedad.

 

La Esclerosis Múltiple es una enfermedad que llega para quedarse, pero nuestra convivencia con los síntomas es algo que podemos controlar. Es importante recordar que los diferentes grados de discapacidad no están asociados con la consecución de nuestra felicidad y que aprender a vivir con los síntomas de la EM es algo posible a la mano de todos aquellos que la sufren.

Redactado por:

Ana Gutiérrez Frutos

N.º. Col. M-33182. Psicóloga General Sanitaria

¿Te ha gustado esta noticia? Comparte:

audicion_sana_mobile_home