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Los diferentes tipos de anemia

ANEMIA FERROPÉNICA - 24 de noviembre de 2023

La anemia afecta a casi un 25% de la población, especialmente a niños y mujeres. Las anemias nutricionales están causadas por una ingesta insuficiente de hierro, B12, folato, sobre todo, pero también como consecuencia de otras vitaminas y minerales.

La más frecuente es la anemia ferropénica, en la que hay déficit de hierro. En mujeres, es alta la prevalencia debida fundamentalmente a las pérdidas de sangre en los ciclos menstruales donde además de hierro, se pierden células.

La que resulta por carencia de folato se da sobre todo en embarazadas y lactantes ya que las demandas aumentan en esa etapa para evitar los defectos del tubo neural. También es frecuente si se toman anticonceptivos orales o hay presencia de enfermedades hepáticas.

Si es por déficit de B12, es la que se conoce como anemia perniciosa. Ocurre debido a que no tenemos una proteína en los jugos gástricos que se encarga de su absorción. Es la única vitamina que se absorbe en el estómago, mientras que el resto lo hacen en el intestino. También, puede ser debida a un consumo excesivo de fármacos protectores gástricos o antiácidos que alteran el pH del estómago o crean una película que impide la absorción de esta vitamina.

Los síntomas fundamentales de las anemias son la fatiga o cansancio constante, diarrea o alteraciones del sistema digestivo, cambios en el estado de ánimo o irritabilidad, falta de memoria, disminución del apetito u hormigueo en las extremidades.

En primer lugar, si hemos conectado con estos síntomas y sospechamos de una posible anemia, deberemos realizar un análisis de sangre completo para conocer los valores de forma detallada. Una vez se ha realizado, potenciar los alimentos ricos en ellos:

  • Hierro: todas las legumbres, carnes, pescados, huevo, lácteos, frutos secos…
  • Folato: todas las legumbres, huevos, cereales, verduras de color verde oscuro…
  • B12: sardinas, mejillones, jamón ibérico, vísceras, conejo, caballa, palometa, trucha, salmón, lubina, atún, huevo, leche, anchoas, queso manchego…

Es importante, además, ser conscientes de que igual de importante es la ingesta como la absorción de estos micronutrientes y para ello necesitamos mantener unos niveles de estrés bajos, buena salud digestiva, realizar ejercicio y cuidarnos de forma integral. En especial, hacemos hincapié en el sistema digestivo ya que es donde habita gran parte de nuestra microbiota, la cual se encarga de utilizar bien lo que comemos. En numerosas ocasiones, nos encontramos personas que a pesar de seguir una dieta variada y equilibrada y potenciar estos alimentos ricos en hierro, B12 o folato, les cuesta recuperar los síntomas y llegar a los niveles y es, precisamente, porque el área de mejora se encuentra en esa absorción de los nutrientes en las mucosas digestivas.

Si los síntomas persisten al cuidar tu salud o prestar atención a tu dieta, recomendamos acudir a un nutricionista para así poder ajustar mejor esos niveles de micronutrientes en la dieta, potenciar esa salud digestiva o recibir un tratamiento más integral para asegurar que esté funcionando el tratamiento.

Redactado por:

Mireia Elías Fernández

Dietista-Nutricionista Col.MAD00190 y fundadora de Alimentación 3S.

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