VIDA SALUDABLE - 12 de julio de 2024
En verano, con el aumento de las temperaturas, solemos tener mucha más sed. Mantenernos bien hidratados es fundamental para prevenir posibles problemas de salud y disfrutar de los meses de más calor. El cuerpo humano está compuesto por un 60% de agua aproximadamente y necesita mantenerse en este nivel para poder funcionar correctamente. La deshidratación puede causar síntomas como fatiga, dolor de cabeza, mareos y sequedad en la boca, y en los casos más graves, puede llevar a problemas como calambres, agotamiento o incluso padecer un golpe de calor.
El agua es la mejor opción para calmar la sed: no contiene calorías, ni azúcar, ni aditivos, y ayuda a mantener el cuerpo hidratado. Beber agua regularmente es una de las formas más sencillas y saludables de cuidar nuestra salud. Podemos añadirle trozos de frutas para aportar algo de sabor y conseguir un efecto más refrescante.
Existen otras opciones saludables que también pueden ayudarnos a quitar la sed y aportarnos beneficios saludables. Una de ellas son las bebidas con electrolitos, como los refrescos de frutas, los zumos y las bebidas deportivas. Estas bebidas no solo hidratan, sino que también reponen los electrolitos perdidos por el sudor, como el sodio y el potasio, que son esenciales para el cuerpo.
Otra opción son las bebidas lácteas, como la leche y el yogur líquido, que no solo aportan hidratación, sino también proteínas y otros nutrientes importantes para la salud. Además, la lactosa puede estimular la producción de saliva, lo que contribuye a la sensación de frescor.
Aunque parezca contradictorio, las infusiones y bebidas calientes, como el té o el café, también pueden ayudar a calmar la sed, ya que estimulan la producción de saliva y proporcionan una sensación de frescor. Es importante tener en cuenta contienen cafeína, que puede tener efectos diuréticos y deshidratantes.
Por último, no podemos olvidar las frutas y verduras con alto contenido de agua, como la sandía, el melón, el pepino o el tomate. Estos alimentos no solo hidratan, sino que también aportan vitaminas, minerales y fibra, lo que los convierte en una opción saludable y refrescante.
Existes algunas bebidas que no están recomendadas debido a sus efectos negativos. Los refrescos, las bebidas energéticas y las bebidas alcohólicas pueden contribuir a la deshidratación, ya que contienen grandes cantidades de azúcar o alcohol. Estos ingredientes tienen un efecto diurético, lo que significa que estimulan la producción de orina y pueden llevar a una pérdida excesiva de líquidos.
Bibliografía:
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