PÁRKINSON - 7 de diciembre de 2024
Las personas con párkinson tienden a sufrir síntomas digestivos frecuentes, entre ellos, el estreñimiento, el cual lo padecen un 70% de los pacientes afectando a su calidad de vida diaria. Estos síntomas digestivos, como el retraso del vaciado del estómago con digestiones más lentas, hinchazón o estreñimiento pueden aparecer antes incluso que los síntomas motores. Además, también aparecen problemas en la deglución que se estima que un 75% lo padece.
Cuando nuestro tránsito intestinal no está regulado, se van a ver afectadas la absorción digestiva de nutrientes y, por ende, esa “gasolina” no llega bien adonde debe hacer su función y los tóxicos y sustancias que queremos eliminar en esas heces, al pasar más tiempo en contacto con las paredes intestinales, pueden filtrarse a sangre generando inflamación global y síntomas extradigestivos. Por ello, es fundamental, reducir esos síntomas y mejorar el estreñimiento.
Para mejorar todos esos síntomas digestivos y, en especial, el estreñimiento, hay ciertas pautas alimentarias que van a ayudar con notoriedad. Entre las cuales, encontramos:
Dieta mediterránea como base con suficiente cantidad de frutas, verduras, legumbres, huevos, pescados azules, frutos secos y semillas.
Semillas de lino molidas de forma diaria 1-2 cucharadas que se pueden añadir a ensaladas, cremas de verduras, yogur o bebidas.
Ingesta suficiente de fibra, es decir, unos 25g de fibra diarios. Los obtendremos de la fruta y verdura diaria, legumbres 3-4 veces a la semana y frutos secos y semillas diarios.
Incluir prebióticos como plátano, cebolla, ajo, zanahoria, avena, chía, patata, alcachofas, setas. Y también probióticos como el yogur o el kéfir.
No olvidarse de añadir grasas saludables como esos frutos secos y semillas, aceite de oliva, huevos y pescados azules.
Tomar alimentos avinagrados como pepinillos, cebolletas, encurtidos o echar vinagre de manzana también nos va a ayudar a mejorar digestiones.
Además, el ejercicio físico y movimiento van a facilitar esas digestiones lentas, vaciado gástrico y estreñimiento, al igual que una buena hidratación para que las heces no sean tan duras. Como la sensación de sed puede verse reducida, podemos optar por infusiones con sabor con especias como hinojo, jengibre, manzanilla… que además ayudan a ese sistema digestivo de manera adicional. De manera adicional, revisar si se han tomado antibióticos y repoblar con probióticos la microbiota porque está íntimamente ligada a esos síntomas. Los probióticos no deben comprarse a la ligera ya que cada uno tiene unas indicaciones y funciones específicas, hay que consultar con un especialista.
Mireia Elías, Dietista-Nutricionista Col.MAD00190 y fundadora de Alimentación 3S.
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Alimentación 3S