Efectos del calor en la hipertensión arterial

HIPERTENSIÓN - 14 de agosto de 2024

La hipertensión arterial, también conocida como presión arterial alta, es una condición en la que la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias es demasiado alta, lo que puede dañar los vasos sanguíneos y provocar complicaciones, como enfermedades cardiovasculares.

El verano y el calor influyen significativamente en la presión arterial, especialmente en personas con hipertensión. Existen varios factores característicos del verano y el calor que influyen en la hipertensión:

El calor disminuya la presión arterial. El calor provoca la dilatación de los vasos sanguíneos, permitiendo que la sangre fluya más fácilmente, lo que puede hacer que disminuya la presión arterial. Para los hipertensos, esto puede parecer beneficioso, pero puede ser negativo, ya que el cuerpo también pierde más líquidos a través del sudor, lo que puede llevar a la deshidratación y, como consecuencia, a un aumento de la presión arterial. Además, una alta vasodilatación puede llevar a mareos y desmayos, especialmente en personas mayores. Por otro lado, la disminución de la presión arterial puede ser temporal y venir seguida de un aumento compensatorio, complicando aún el problema de la hipertensión.
Cuidado con la deshidratación. La deshidratación es un problema durante el verano, ya que el cuerpo pierde líquidos a través del sudor. Esta pérdida de líquidos puede espesar la sangre, elevando la presión arterial. Para las personas con hipertensión, la deshidratación puede agravar su condición y aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares. Es crucial que los hipertensos beban suficientes líquidos para contrarrestar los efectos del calor y prevenir la deshidratación.
Los pacientes mayores son particularmente vulnerables. Con la edad, la capacidad del cuerpo para ajustar la temperatura disminuye, y los mecanismos de regulación de la sed también son menos efectivos. Esto hace que los mayores sean más propensos a la deshidratación y a los cambios bruscos en la presión arterial.
La medicación para la hipertensión puede llevar a una pérdida de líquidos. Muchos medicamentos para el tratamiento de la hipertensión aumentan la pérdida de líquidos a través de la orina. Durante el verano, esta pérdida adicional de líquidos puede ser un problema, ya que se suma a la pérdida de líquidos por el sudor. Esto puede llevar a una disminución excesiva de la presión arterial.

Para los pacientes con hipertensión, es crucial seguir ciertas recomendaciones durante el verano para mantener la hipertensión bajo control:

Beber mucha agua y evitar las bebidas alcohólicas o con cafeína que pueden deshidratar.
Evitar exponerse al sol de manera prolongada y permanecer en lugares frescos y a la sombra, especialmente durante las horas de más calor. Además, se recomienda utilizar ropa ligera y de colores claros para ayudar a mantener el cuerpo fresco.
Si se realizan actividad física, hacerlo por la mañana temprano o al atardecer para evitar el calor extremo.
Medir regularmente la presión arterial para detectar cualquier cambio significativo.

Bibliografía consultada: